Gracias al apoyo de la fundación Bertha ha sido posible ir hasta donde ha sido necesario para escuchar y amplificar las voces de quienes son un monumento a la resistencia.
Carta Editorial
Crear y mantener abiertas unidades de atención especializada no es solo un paso burocrático. Sirve para institucionalizar el interés de un gobierno por ser inclusivo.
A lo largo de nuestra historia como país, el silencio se ha convertido en una infección que ha mantenido las heridas abiertas.
La enfermedad no es todo a lo que se le teme por ahora en los hogares salvadoreños. Ahí están las deudas, las pérdidas, el desempleo que quitan el sueño.
La educación informática, la alfabetización digital, la aplicación de nuevas tecnologías en las clases son conceptos que implican inversión, una muy alta.
La ERC que se sufre en las comunidades agrícolas viene desnudando inequidades e injusticias sociales desde hace décadas.
Una potencial víctima no solo tiene derecho a tener al alcance información acerca de cómo pedir auxilio y cómo denunciar, también tiene que saber cómo lo puede hacer en confidencialidad, sin alertar a la fuente de las agresiones.
Los destinos ahora son más variados, más lejanos. Y un boleto aéreo alcanza incluso a ser más barato que el cobro que hace un coyote.
Piden que se les abra una oportunidad para volver en condiciones acordes a la situación y que, al mismo tiempo, sean respetuosas de sus derechos.
Estas comunidades, dada su vulnerabilidad, hoy deberían contar con la atención urgente y prioritaria de muchas instituciones del Estado.