El grito de una mujer obligó a un vecino del pasaje Estévez, en la colonia las Flores, de Chalchuapa, a llamar a la Policía Nacional Civil. Los agentes llegaron a la zona más de una hora después, al filo de la media noche.... más
En los primeros minutos del 8 de mayo de 2021, la PNC arrestó a Hugo Osorio, un expolicía, que se escondía entre los cadáveres de dos mujeres en la cochera de la casa 11 B. Dentro del inmueble encontraron los cuerpos de otros dos hombres. Así comenzó un caso en el que se descubrieron dos fosas con restos humanos y se detuvo a 11 personas, entre ellas Estévez, un testigo criteriado cuya identidad fue revelada por las mismas autoridades, cuando anunciaron que el expolicía Osorio recibiría beneficios procesales a cambio de delatar a sus supuestos cómplices. En la versión oficial, su relato es la hoja de ruta de todas las detenciones.
El 28 de junio LA PRENSA GRÁFICA reveló que la presidenta de la Cámara Especializada para una Vida Libre de Violencia para las mujeres (LEIV) declaró en un fallo que el relato de Estévez es “inverosímil”. La magistrada Roxana Lara Rodríguez incluso advirtió que esa débil prueba hace que este caso se tambalee por la ausencia de conexiones creíbles entre el asesino de Chalchuapa y los otros implicados.
En las calles del municipio, los vecinos del expolicía, entre estos los familiares de un puñado de capturados, también describen vicios en los arrestos, entre otras irregularidades. Ni la Policía ni la Fiscalía se han acercado a estas fuentes para escuchar estas otras historias. Los familiares de los capturados denuncian injusticias y que se les ha impedido su derecho a ver y asistir a sus parientes.
Un soldado acusado de matar a su propio hijo y a la familia de su expareja; y una joven conocida por el expolicía Hugo Osorio, a quien había prometido llevarla hasta Estados Unidos, son otros dos de los supuestos cómplices... más
En los primeros minutos del 8 de mayo de 2021, la PNC arrestó a Hugo Osorio, un expolicía, que se escondía entre los cadáveres de dos mujeres en la cochera de la casa 11 B. Dentro del inmueble encontraron los cuerpos de otros dos hombres. Así comenzó un caso en el que se descubrieron dos fosas con restos humanos y se detuvo a 11 personas, entre ellas Estévez, un testigo criteriado cuya identidad fue revelada por las mismas autoridades, cuando anunciaron que el expolicía Osorio recibiría beneficios procesales a cambio de delatar a sus supuestos cómplices. En la versión oficial, su relato es la hoja de ruta de todas las detenciones.
El 28 de junio LA PRENSA GRÁFICA reveló que la presidenta de la Cámara Especializada para una Vida Libre de Violencia para las mujeres (LEIV) declaró en un fallo que el relato de Estévez es “inverosímil”. La magistrada Roxana Lara Rodríguez incluso advirtió que esa débil prueba hace que este caso se tambalee por la ausencia de conexiones creíbles entre el asesino de Chalchuapa y los otros implicados.
En las calles del municipio, los vecinos del expolicía, entre estos los familiares de un puñado de capturados, también describen vicios en los arrestos, entre otras irregularidades. Ni la Policía ni la Fiscalía se han acercado a estas fuentes para escuchar estas otras historias. Los familiares de los capturados denuncian injusticias y que se les ha impedido su derecho a ver y asistir a sus parientes.