La principal política pública de seguridad ha existido mayoritariamente en las redes de comunicación oficial del gobierno. Dos copias del Plan Control Territorial indican que el gobierno no ha cumplido sus propios proyectos y, peor aún, los ha dinamitado a través de operativos policiales más represivos, invisibilización de víctimas y complicidad con conductas misóginas en el Estado.


En la tercera semana de su mandato, el 19 de junio de 2019, el presidente Nayib Bukele anunció el plan de seguridad de su Gobierno. Lo describió como un “ataque a las pandillas” y solicitó $15 millones en refuerzo presupuestario para financiar su primera fase. “Vamos a hacer valer el Estado donde el Estado no está”, declaró. Pero en ese momento el nombre no era el que ahora conocemos. Del genérico plan de seguridad se pasó al denominado Proyecto Control Territorial. Fue hasta el 22 de junio que el presidente le llamó por primera vez en Twitter —su red social de preferencia— por el nombre que ahora conocemos y creó el hashtag que le acompaña: #PlanControlTerritorial.

A dos años y medio de esa fecha, dos copias de un documento titulado "Plan Control Territorial" —a las que Alharaca y La Prensa Gráfica tuvieron acceso y de las cuales verificaron su autenticidad— revela que en ese momento el Gobierno no estaba llevando a cabo ese plan que anunció con bombo y platillo; ni el 9 de febrero de 2020 cuando el presidente se tomó la Asamblea junto a las Fuerzas Armadas para financiar la tercera fase; ni durante toda la pandemia.

El Gobierno de Nayib Bukele nunca ha ejecutado el Plan Control Territorial. Al menos ese que está plasmado en papel.

En boca del presidente, del Gabinete de seguridad y en toda la comunicación del Órgano Ejecutivo, el Plan Control Territorial es la principal política de seguridad pública del gobierno. Hasta el momento, y a pesar de que por su naturaleza es de innegable interés público, la ciudadanía desconoce un documento oficial que detalle la ruta para atender desde el Estado una de las principales preocupaciones de la población.

El documento permanece desconocido a pesar de que en su texto dice que el “Plan Control Territorial constituye la política de seguridad ciudadana” y reconoce que su fin es exponer acciones “de manera nominal para conocimiento de la ciudadanía general”. Es más, el Gobierno admitió que dejó fuera del texto información que era de carácter reservado. Es decir, no hay nada ahí que ponga en riesgo la seguridad nacional.

Sin embargo, ese es el argumento que el Ejecutivo ha citado una y otra vez para no publicarlo. Aun y cuando el Plan tampoco tiene ninguna reserva oficial. Hasta el cierre de esta investigación, el documento “Plan Control Territorial donde se detalla la Política Nacional de Seguridad Ciudadana” no se encuentra en el índice de información reservada del Ministerio de Seguridad.

Existen documentos oficiales de carácter público donde se puede esbozar el contenido del plan y sus estrategias, pero la mayor parte de la información pública sobre sus objetivos, estrategias, fases y la ejecución de su financiamiento ha surgido en conferencias, notas institucionales, declaraciones y tuits de funcionarios, instituciones y del mismo presidente Bukele.

El plan que el Gobierno plantea en tuits, conferencias y declaraciones difiere —y a veces va en contra— del documento que el mismo Gobierno presentó a terceros como su política pública de seguridad. Esta incongruencia de las acciones del Gobierno también pone en tela de juicio los grandes éxitos de los que Bukele se jacta y le atribuye al #PlanControlTerritorial, como la baja de homicidios y el que las mujeres estén supuestamente 61% más seguras en su mandato.

En esta publicación conjunta de Alharaca y La Prensa Gráfica revelamos quiénes están detrás del papel; qué hay en las entrañas del PCT, al menos en la versión impresa, y cómo el Gobierno actuó en contra de su mismo plan, las ironías profundas y contradicciones que hay entre la política pública y las acciones del Gobierno para prevenir y erradicar la violencia de género y contra la comunidad LGBTIQA+.