Carta Editorial

Entre las pérdidas más sensibles está la educación. Al limitarla, se reducen las posibilidades de desarrollo en todo sentido.

Nelly fue la primera bebé del milenio nacida en El Salvador. Y su historia ilustra a la perfección los grandes vacíos con los que esta generación, una que nació en la posguerra y en el albor de lo digital, ha tenido que crecer.

La de ella es una vida atravesada por todas las políticas equivocadas que se pusieron en práctica en este país y que dejaron a esta, y muchas generaciones más, sin acceso a servicios básicos. Entre las pérdidas más sensibles está la educación. Al limitarla, se reducen las posibilidades de desarrollo en todo sentido.

Cuando Nelly nació, no tuvo ni hospital cerca. Su madre necesitó viajar una distancia considerable para los servicios públicos de salud. Pese a que si se compara con la vida que tuvo su madre se nota que ha habido un avance, lo recorrido no alcanza para que esta joven tenga asegurada una educación superior tras terminar el bachillerato.
Nelly no vive en la capital ni en el Área Metropolitana.

Es del interior del país, ahí en donde más se resiente la ausencia de políticas encaminadas a reducir la brecha de desigualdad. Es irónico que en este país tan pequeño quepa un mundo de diferencia en la forma en la que crecen los niños lejos de San Salvador.

Es como si las medidas estatales estuvieran diseñadas por gente que solo mira de cerca y carece de visión nacional. Acá es donde pierde sentido la representatividad con la que se supone están conformados los tres órganos del Estado.

A Nelly se le debe mucho. No hay manera de saber cómo le hubiera ido si este país hubiera transitado por la posguerra con la mirada puesta en garantizar los servicios básicos, los Derechos Humanos, el acceso a justicia y la equidad. Ahora, ella y su generación tienen en sus manos por primera vez la oportunidad de votar y de construir para otros lo que para ellos hizo falta.

Generic placeholder image
Séptimo Sentido

Séptimo Sentido les invita a que nos hagan llegar sus opiniones, críticas o sugerencias sobre cualquiera de los temas de la revista. Una selección de correos se publicará cada semana. Las cartas, en las que deberá constar quien es el autor, podrán ser editadas o abreviadas por razones de espacio o claridad.

ARTICULOS RELACIONADOS