Respirar conscientemente, caminar, estirar el cuerpo, escuchar al cuerpo, ordenar de adentro hacia afuera o de afuera hacia adentro, limpiar, escribir y sobre todo aprender a soltar y a perdonarnos porque nos equivocaremos en este proceso, pero de eso también aprenderemos.
Opinión desde acá
No divulguemos algo que no venga de un medio de comunicación confiable o de una fuente oficial. Evitemos que el miedo y el pánico se viralicen. La enfermedad no se evita si acaparamos artículos de primera necesidad.
La falta de memoria histórica es una falla de nuestra sociedad y ahora vemos los resultados: se aplauden y defienden prácticas y actitudes que recuerdan a lo ya sufrido en los 70.
Pareciera que nos perdimos en el bosque de la posguerra y ahora caminamos en círculos.
El teatro les facilitó conectar, de una forma saludable y terapéutica, con el dolor profundo, producto de sus historias de violencia.
Esa potencialidad de lo que alcanza la conexión nos necesita críticos, con posturas claras ante los derechos humanos y la democracia.
Vemos el debilitamiento al trabajo de entidades como el Instituto de Acceso a la Información Pública, cuyas órdenes y decisiones son abiertamente desobedecidas por los funcionarios.
Es grave: el Lempa nunca ha sido un problema, sino que una solución. Como una fuente de respuestas a la hora de beber, sembrar, iluminarnos, pescar o simplemente estar.
Frankl demostró que aún en circunstancias extremas se puede dirigir a la mente. Y si existe al menos un humano que puede, eso significa que nosotros también estamos dotados con las mismas posibilidades.
Creo que podemos (re)crear un círculo virtuoso al tejer con esta perspectiva nuestras redes sociales físicas (humanas, institucionales) que mejoren la incidencia que tenemos en nuestras comunidades políticas.