Memorias I

A partir de hoy, inicia un ciclo de cierre. La revista Séptimo Sentido tendrá su última edición el próximo 27 de diciembre. Estos domingos que quedan hasta entonces, serán para las memorias, para el repaso por esos momentos importantes que se han vivido desde estas páginas. Esta es una selección de algunas de las entrevistas publicadas a lo largo de estos 12 años y medio.

Fotografías de Archivo
“Tengo mi parte femenina que está bastante más desarrollada, más de lo que normalmente se podría pensar para un hombre; y eso me halaga muchísimo, porque una de las maravillas que tiene la mujer es la posibilidad de quebrarse, de romperse, de llorar, de enternecerse. Es una cosa que nos está negada culturalmente a los hombres”.
“Los grupos llamados progresistas, los grupos de la izquierda universitaria y demás deberían de responder por qué no ha sido posible que otra mujer llegue a la rectoría de la universidad, llegar a la punta es difícil”.
“Más allá de un cierre de salas, más allá de la suspensión de temporadas, más allá de los estrenos que se congelaron, los procesos que se paralizaron, también es una cosa de sobrevivencia, es una cosa que estás junto a otros sectores de trabajadores de la sociedad preguntándote cómo vamos a hacer en esta condición económica que nos va a dejar la pandemia”.
“No hay que prometer más allá de lo que se tiene. San Salvador tiene $81 millones. Que gaste 20 en personal, 10 para pagar créditos, le quedan 50 para obras. Que gasten menos en publicidad y que se quiten de la cabeza eso de que los alcaldes de San Salvador luego son presidentes. Eso los embriaga”.
“Los ricos aquí en San Salvador han cambiado mucho, esa fue una de mis metas. Hay muchas maneras de cambiarlos. Yo me hice amigo de ellos, expliqué la pobreza del país y más bien les decía que podían tener todos los millones que quisieran, pero no iban a poder gozar de su dinero porque, al no más salir a la calle, los iban a matar”.
“Mientras la gente se siga muriendo, se seguirá buscando una explicación a eso, y a lo que sucede después. Hasta que se invente la inmortalidad, el hombre seguirá buscando en el misterio de la muerte, de lo desconocido. Y mientras eso suceda seguirá habiendo religiones”.
“Regañada, nunca. ¿Y por qué me van a regañar? ¿Porque quité la partida secreta de la Asamblea? Quizá no lo pueden decir, pero no les gustó”.
“Una democracia necesita de una oposición fuerte y de un partido en el gobierno fuerte. Uno no se debe molestar personalmente, como que me diga usted que en el Gobierno uno no se puede molestar, entonces solo amargado pasaría. Es parte del privilegio de ser presidente el ser criticado por la cosa pública. Que un periodista cuestione es lo normal”.
“El cantante está interpretando y alguien dice qué linda esa letra. Yo no, yo escucho que allá en el fondo hay un piano Fender con cierto tipo de reverberación. Y me sé otros trucos: un plato de batería al revés con un montón de rever, es otra cosa distinta; un golpe de batería con la caja, también al revés, es otra cosa. Un coro a través de un procesador; una guitarra a través de un amplificador Leslie. Para mí, eso es la discografía. Por eso la música es bella y no importa si el cantante tiene una voz majestuosa”.
“La soledad es cuando no hago nada. Cuando sé que hay problemas económicos y no puedo hacer nada. En la soledad me siento agobiado. Me siento fuera del humanismo, que no soy una persona. Alguien que no puede sostener su vida, porque lo único que sabe hacer es pintar y escribir un poco”.
“Claro que hay personas que han pedido que no se gaste mucho en nosotros, porque de todas formas nos vamos a morir, que se invierta en otras enfermedades. De hecho, se vende el concepto de que las medicinas que nos dan son gratis, pero en realidad no es así, porque no es más que una devolución de todos los impuestos que nos cobran”.
“La gente se dio cuenta de que para hacer cine no tenían que estar esperando una cámara de 35 milímetros y tener una distribución a nivel de Hollywood. Romper esos mitos fue algo grande”.
“Se lo dije al presidente en mi discurso de cuando me dieron el Premio Nacional de Cultura. Le dije: los problemas de El Salvador son tres, el primero es educación, el segundo es educación y el tercero es educación”.
“Me entristece ver cómo los padres, por buscar más cosas, por tener un DVD, trabajan el doble, pero dejan de lado a sus hijos. No tienen tiempo para ellos”.
“Yo pensaba que nunca más iba a escribir, pero sí, después de ese viaje me tranquilicé. La poesía vino a rescatarme y me sacó del todo de ese pozo terrible en el que yo me estaba hundiendo, el pozo de la tristeza”.
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Séptimo Sentido

Séptimo Sentido les invita a que nos hagan llegar sus opiniones, críticas o sugerencias sobre cualquiera de los temas de la revista. Una selección de correos se publicará cada semana. Las cartas, en las que deberá constar quien es el autor, podrán ser editadas o abreviadas por razones de espacio o claridad.

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