Meridiano 89 oeste

Los signos y símbolos luego de George Floyd

Hasta hace poco «Karen» y «Becky» eran nombres comunes con connotaciones neutrales, pero ahora más que nunca se usan de manera peyorativa para referirse a las mujeres blancas de mediana edad.

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Investigadora y escritora radicada entre Madison, Wisconsin, y San Salvador

Hace unos días, en una página de internet dedicada a la historia local, se subió una foto de un grupo de niños blancos con las caras pintadas de negros. El curador explicó que era una foto histórica de juglares que mostraba lo mucho que habíamos progresado como sociedad desde ese momento histórico. Otras personas comentaron que la foto, luego de la muerte de George Floyd, era ofensiva. Criticaron la decisión de subir la foto histórica ahora. Esta semana he visto además dos camionetas con la bandera de los estados confederados de los Estados Unidos. Para unos es un símbolo de orgullo sureño y para otros es un símbolo de racismo y esclavitud. No es que estos símbolos no fueran polémicos antes de la muerte de George Floyd, pero a lo que quiero llegar es a que han cobrado un significado distinto ahora.

La imagen de la policía también ha cambiado de manera drástica en las últimas semanas y lo que puede esperarse de sus interacciones con el público. Hace unos días, por ejemplo, una mujer policía esperaba en el drive thru de un Mcdonalds en el estado de Georgia. Había pedido un café y un sándwich de desayuno. Cuando su orden se tardó demasiado ella empezó a desconfiar de los trabajadores de Mcdonalds y del servicio. Cuando llegó su comida no se atrevió a comerlo por miedo de que los trabajadores le hubieran hecho algo dañino a su orden. La agente de policía grabó un video que se hizo viral en Twitter en que llora por sentir que la sociedad la desprecia; comparte su paranoia y el inconveniente de su experiencia, el no sentirse valorada como agente de policía y su frustración.

Los nombres personales Karen y Becky se han vuelto icónicos y representativos del privilegio racista. Hasta hace poco «Karen» y «Becky» eran nombres comunes con connotaciones neutrales, pero ahora más que nunca se usan de manera peyorativa para referirse a las mujeres blancas de mediana edad que expresan su privilegio sobre otras personas. Por ejemplo, antes de que el público en general supiera el nombre de una mujer blanca que llamó a la policía por un hombre negro que observaba aves en Central Park, el apodo Central Park «Karen» pudo identificar su postura fácilmente. El caso se volvió viral después de que el observador de aves, Christian Cooper, la filmó llamando a la policía, diciéndole que iba a «decirles que hay un hombre afroamericano está amenazando mi vida.» Este caso es parte de un largo patrón histórico de llamar a la policía y poner en peligro las vidas de personas morenas como Rashon Nelson y Donte Robinson, que fueron arrestados en un Starbucks de Filadelfia en 2018 por nada más que esperar que llegara un socio de negocios y una familia negra en Oakland por reunirse y hacer una barbacoa en un parque público.

Con todo, estamos viendo emerger una nueva guerra simbólica de imágenes, palabras y connotaciones en los Estados Unidos con la muerte de George Floyd. En las calles de la ciudad donde vivo se impuso durante varias noches una serie de protestas y manifestaciones. Los manifestantes rompieron las vitrinas de varias tiendas y llenaron las paredes de grafitis críticas de la policía y a favor del movimiento Black Lives Matter. Por el día, llegaban personas para limpiar las paredes y artistas para pintar imágenes de protesta sobre la madera contrachapada que protegía los negocios de daños adicionales. En vez de una narrativa de consumismo y normalidad, en que el racismo se ignora como algo real y contundente, la calle ahora se lee como un palimpsesto de sufrimiento, conflicto y de protesta.

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