Gobierno proyecta nuevo aeropuerto en área que se inunda
El nuevo aeropuerto que CEPA proyecta en La Unión estará ubicado sobre una masa de agua subterránea. La zona, atravesada por cuatro ríos, es propensa a inundaciones, advierte el Ministerio del Medio Ambiente. En octubre del año pasado, esta cartera también señaló los riesgos y la amenaza que el proyecto supone al Estero El Tamarindo, Área Natural Protegida. pese a que hay una alternativa de ubicación, El proyecto continúa tal cual.
El terreno que ha sido elegido para la construcción del Aeropuerto del Pacífico está sobre una masa de agua subterránea, atraviesa los caudales de cuatro ríos y, al quedar a escasos metros, amenaza al Estero El Tamarindo, que tiene categoría de Área Natural Protegida.
Por estas y otras razones, el Ministerio de Medio Ambiente ha catalogado la construcción como Proyecto de Impacto Ambiental de Moderado a Alto (PIAMA). De acuerdo con la ley, se necesitan nueve unidades valorativas para caer en esta categoría. Este reúne 105.
El 20 de septiembre de 2021, Federico Anliker López, como representante legal de la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA), presentó el “Formulario ambiental del proyecto Construcción del Aeropuerto Internacional del Pacífico”. Ahí se documentó la ubicación del mismo: “Cantón Loma Larga, municipio y departamento de La Unión”.
Siete días después, el 27, personal de la Dirección General de Evaluación y Cumplimiento Ambiental inspeccionó el lugar indicado en el formulario y, aparte de constatar que no se habían iniciado las obras de construcción, se comprobó que hay “áreas de manglar colindantes al sureste del proyecto”, de acuerdo con el documento Resolución MARN- NFA1409- 2021-TDR-329-2021, que fue levantado tras la visita.
El artículo 9 de la Ley de Áreas Naturales Protegidas declara los bosques salados (manglares de todo tipo) como “bienes nacionales” y “patrimonio natural del Estado”, al igual que los “humedales continentales y artificiales, los cráteres, lavas, farallones, lagos y lagunas”. Así que cualquier proyecto sobre uno de estos territorios se califica como inviable.
Solo dos días después de la notificación de inviabilidad ambiental, el 29 de septiembre, CEPA pidió una reconsideración. Este paso lo realizó por medio de un escrito en el que se insistió en que el “proyecto no está dentro de bosque salado” y que se planifica “un retiro de 17 metros del lindero”. Una distancia de 17 metros se recorre en poco menos de 35 pasos.
El área en donde CEPA visualiza el nuevo aeropuerto se extiende en paralelo al Estero El Tamarindo. En este lugar predomina el conocido como Mangle Enano. Los técnicos del MARN apuntan que este ecosistema depende del balance entre agua dulce y agua salada: “El cual, de perderse o alterarse significativamente, debilitará las zonas naturales de amortiguamiento ante eventos de tsunami y erosión costera”. Esto no puede leerse sino como una advertencia.
Quiere decir que, de ser construido tal y como está planteado en el formulario que Anliker López presentó en septiembre para evaluación del MARN, el nuevo aeropuerto se ubicará “en zona de amenaza alta o muy alta de inundación interoceánica”. Y si, además, se pierde la densidad del bosque salado, la vulnerabilidad ante este tipo de eventos aumenta.
El mar no es la única amenaza en este sentido. “El área donde se proyecta la pista está ubicada en donde confluyen los ríos Las Guamas, Los Monos y Managuara, así como de la quebrada El Águila”, notaron los técnicos durante su inspección (leer página siguiente). “La susceptibilidad de inundación es alta o muy alta en el sitio del proyecto”, concluyeron.
Este año
“Tal y como lo ha expresado el presidente Nayib Bukele, en el año 2022 pondremos la primera piedra del Aeropuerto del Pacífico, así que estamos trabajando a gran velocidad, de forma articulada y muy comprometida.” Estas son las palabras que en la página web de CEPA se citan y se le adjudican a Anliker López, presidente de la institución.
En la publicación, con fecha de septiembre de 2021, se hace referencia a que “el comisionado de Proyectos Estratégicos de Presidencia, Cristian Flores; el presidente del ISTA (Instituto Salvadoreño de Transformación Agraria), Óscar Guardado y equipos técnicos realizaron un reconocimiento técnico en la zona donde se colocará la primera piedra para su construcción”. Pero no se detalló el lugar.
El 24 de febrero de este año, Anliker López presentó el informe Económico y Financiero para la construcción del Aeropuerto del Pacífico. De acuerdo con publicaciones gubernamentales, en el evento hubo representantes de Ministerio de Vivienda, Ministerio de Turismo, Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa, Centro Nacional de Registros y Ministerio de Medio Ambiente.
En esa ocasión, el presidente de CEPA depositó en Nayib Bukele la responsabilidad de dar a conocer la ubicación exacta del proyecto. Hasta el momento, Anliker López ha destacado avances de hasta un 70 % en “demanda de aerolíneas y pasajeros, proyecciones de tráfico aéreo y tipos de aviones a recibir”. Entre otras cuestiones, también ha hablado de costos de infraestructura, costos de operación, sostenibilidad, modelo de negocios y proyección de ingresos.
De lo que no habla es del Estudio de Impacto Ambiental (EIA). Este es un paso indispensable, ya que este califica como Proyecto de Impacto Ambiental de Moderado a Alto (PIAMA).
El EIA se debe completar antes de octubre de 2022, que es cuando termina el plazo de un año que los técnicos detallaron en la resolución entregada a CEPA después de elaborar el dictamen.
El sitio en donde CEPA ha prospectado la construcción del aeropuerto está, además, directamente sobre una masa de agua subterránea, la número 19, y a unos metros de otra, la número 20. Por esta razón el MARN ha indicado a la titular del proyecto que presente una alternativa sostenible de abastecimiento de agua, ya que se debe evitar, por un lado, afectar el ciclo de captación de los cuerpos de agua y también se debe evitar entrar en conflicto con las comunidades que ya se abastecen de ese manto acuífero.
“El proyecto no ha validado la disponibilidad de agua en la fuente propuesta para autoabastecimiento, de acuerdo al consumo proyectado sin afectar a terceros”, se detalla en la resolución. Tanto para la etapa de construcción como para la etapa de funcionamiento se calcula que el aeropuerto requiera de una demanda hídrica de más de 1.44 litros por segundo.
La página web de CEPA define la construcción del Aeropuerto del Pacífico como uno “de los proyectos encomendados al Gobierno del presidente Nayib Bukele”. En la misma se cita a Anliker López: “Vamos a generar un polo de desarrollo alrededor de esta zona. No solo es el proyecto del aeropuerto, sino también se establecerán industrias alrededor”.
Pese a los ambiciosos planes revelados por las autoridades de CEPA, los técnicos de MARN hicieron ver en su resolución que en el diseño del formulario presentado solo se hace referencia al municipio de La Unión, cuando una buena parte del Cantón Loma Larga pertenece a Conchagua. Esto obliga a CEPA, por ley, a realizar consultas ciudadanas en ambos municipios e incluirlas en el Estudio de Impacto Ambiental.
“En atención a la entrada en vigencia del Acuerdo No.306, de fecha 26 de julio de 2017, es importante incluir la opinión de la población dentro del área de influencia directa, e indirecta del proyecto, y proyectos vecinos con relación a la construcción y funcionamiento del proyecto”, se determina en la resolución de la que la Comisión Ejecutiva ya fue notificada en octubre del año pasado.
Sin información
Las casas, los cercos y los árboles del caserío Flor de Mangle, que pertenece al cantón Loma Larga en la parte de Conchagua, tienen brochazos color naranja neón, el que se usa en obras de construcción como advertencia. Este caserío es una calle polvosa que arranca en la Carretera del Litoral y termina en la línea de mangle.
Durante 2021, las familias de Flor de Mangle no supieron nada de una posible reubicación debido a la construcción, en la zona, del nuevo aeropuerto: uno de los proyectos insignia del Gobierno.
No hubo consultas para los ciudadanos ni advertencias para nadie.
Fue hasta el 5 de enero de este año que se les convocó a una reunión en la que se les comunicó, en términos generales, del proyecto. Desde entonces han visto una invasión de vehículos con logos de CEPA y del MOP transitando como nunca por esta calle polvosa.
En esas reuniones, a las que han sido invitados representantes de otros caseríos afectados, como Condadillo, los lugareños han escuchado también a representantes de las alcaldías de Conchagua, de La Unión y del ISTA. Pese a que ya dan cuenta de al menos dos de estos encuentros, la duda más importante sigue siendo a qué lugar los van a trasladar.
Las cuadrillas de personal de las instituciones han entrado a las viviendas a tomar fotos de las construcciones, del cableado eléctrico; de los pozos, porque no hay agua potable ni servicio de aguas negras; de las fosas sépticas, de los árboles frutales, de las parcelas cultivadas y de aquellas en las que pastan las vacas.
Pero fuera de eso, para los habitantes de este caserío, el primero a ser intervenido, hay casi que ninguna certeza.
El trabajo de diseño del aeropuerto ha sido responsabilidad del consorcio PEYCO-ALBEN 4000, de acuerdo con lo revelado por CEPA. En septiembre del año pasado, la institución publicó que “el representante del consorcio, Alberto Gómez Serranillo, hizo mención que el Aeropuerto del Pacífico está diseñado y planificado para ser una infraestructura portuaria de referencia en Centroamérica que dinamice la economía de la zona oriental de El Salvador”.
CEPA califica como “estratégica” la ubicación del proyecto de construcción del aeropuerto. Pero, el MARN, debido a los puntos señalados y a que la zona se encuentra habitada, incluye en la resolución una gráfica en la que aparece un lugar de construcción alternativo que se encuentra más alejado de la zona costera y con un porcentaje mayor en el municipio de Conchagua.
Lo dicho por Anliker López en febrero, más el aumento de actividades en la zona del caserío Flor de Mangle indican, sin embargo, que la ubicación señalada en el formulario, en septiembre, se mantiene.
Related
ARTICULOS RELACIONADOS
MISMA CATEGORIA
Condadillo: “Sin las viviendas construidas, no nos movemos de aquí”
Condadillo es el segundo caserío de Conchagua que está dentro de los límites del diseño del Aeropuerto Internacional Del Pacífico. Más de 30 parcelas con viviendas serán afectadas si el proyecto se construye tal y como ha sido presentado por CEPA. En cada lote, hay de dos a tres hogares y unas 10 personas. Nadie sabe, aún, el lugar de reubicación.
Los trabajadores de la tierra a los que el aeropuerto desplazará
Las 30 familias del caserío Flor de Mangle, Conchagua, no tienen agua potable ni tuberías. La calle no está pavimentada y los accesos a salud y educación son muy limitados. En 20 años, esta zona no había recibido atención hasta ahora, cuando vehículos de instituciones gubernamentales transitan aquí con frecuencia. Este es el lugar elegido para construir el Aeropuerto del Pacífico. La comunidad, entonces, debe ser removida.
El Plan Control Territorial prometía combatir la corrupción de la mano de la CICIES
En sus páginas, el plan Control Territorial hacía una importante apuesta contra la impunidad y la corrupción. En ese marco, también prometía trabajos coordinados entre la Comisión Internacional Contra la Impunidad en El Salvador (CICIES), la FGR y la PNC. Una promesa que el gobierno decidió truncar cuando las sospechas de corrupción comenzaron a rodear a sus propios funcionarios.
Solo el 1.5% de la población metropolitana puede costear vivienda en altura
De las familias que habitan el área metropolitana de San Salvador, solo el 1.5% puede costearse una vivienda en altura, una opción de solución a la falta de espacio. Los precios de contado de los apartamentos en esta, la zona más densamente poblada del país, están arriba de los $100,000. Este tipo de oferta no está acorde a la demanda de vivienda de interés social. El desbalance obliga a un buen número de familias a instalar viviendas informales en zonas de alto riesgo.
Deslave en Nejapa | Los que se aferran a una tierra imposible
Inés Flamenco fue una de las beneficiadas con una de las casas en Residencial Marsella. La regresó: no podía costearse la vida en la residencia ni trabajar.
MISMO AUTOR
“¿En qué parte del mundo libre sucede eso de que se va a ir a unas elecciones con todos los candidatos en la cárcel?”: Daniel Rodríguez Moya
Nicaragua, una patria libre para vivir es el nombre del documental que Daniel Rodríguez Moya, periodista español, presentó en El Salvador hace unos días.
“Por mucho que no entiendan quiénes somos, no vamos a cambiar; no vamos a desaparecer”
Josh Hernández fundó y dirige Espacios Seguros, una institución que se especializa en brindar acompañamiento emocional a las personas del colectivo LGBT+.
“Ningún diputado de izquierda tuvo el valor de encabezar estas luchas”
Keyla Cáceres abandera las reivindicaciones feminista y del colectivo LGBT+. Fue candidata a diputada suplente en las pasadas elecciones.
“Hacer política en El Salvador es enfrentarse al status quo; conmigo utilizaron la técnica de invisibilización”
Erick Iván Ortiz consolidó una carrera política este año, cuando corrió como candidato a diputado por el partido Nuestro Tiempo. Se convirtió en el primer hombre abiertamente gay en correr por un puesto de elección popular.
Los índices de trabajo infantil han aumentado tras la cuarentena
En la casa hogar del programa Ángeles Descalzos, los hijos de los vendedores del mercado Colón, en Santa Ana, encontraban una oportunidad para ser eso, niños. Desde marzo, está cerrado. Lucy Luna, directora ejecutiva de ASAPROSAR, la institución a cargo del programa, habla acerca de todas las estrategias que ejecutan para evitar que el trabajo infantil le siga ganando terreno a la educación.