Antiguo Cuscatlán: el palacio amurallado
El Ministerio de Hacienda dejó de transferir el FODES a las alcaldías del país entre mayo de 2020 y abril de 2021. Así, esta cartera retuvo hasta $396 millones aludiendo otras prioridades por el contexto de la pandemia por covid-19. 75 % del FODES se destina a proyectos de inversión y, por esto, el impago del mismo no afectó a todas las alcaldías por igual. En municipios con alta recaudación de impuestos, la ausencia del FODES pasó desapercibida. En municipios con baja recaudación, por otra parte, la deuda dejó sin acceso a salud a sus habitantes.
En Antiguo Cuscatlán no hay muchos indicios de que el partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) tiene el control de la alcaldía desde hace 36 años. No hay pintas, ni afiches, ni vallas tricolores. Aquí, especialmente en el parque central del municipio, lo que abunda es el rosado fucsia. Hay fucsia en basureros, en bancas, en vallas, en paredes y en edificios municipales. El color es la marca personal de Milagro Navas que, en 2021, asumió su décimosegundo período al frente de la alcaldía del municipio.
Y, además del rosado fucsia, en Antiguo Cuscatlán abunda el comercio. La plaza central del municipio está rodeada de establecimientos en los que se puede encontrar desde comida típica hasta medicamentos. Y más allá del parque central, están los hoteles, las plazas comerciales, las empresas grandes y una de las zonas industriales más importantes del país. Estos, en conjunto, le generaron al municipio fucsia, solo en 2020, $6,733,124.18 en recaudación de impuestos.
Aquí, en donde se ubican tres de los centros comerciales más grandes del país, el impago del Fondo para el Desarrollo Económico y Social de los Municipios de El Salvador (FODES) pasó casi desapercibido. El presupuesto de ingresos 2020 de la alcaldía municipal (que incluye los impuestos, tasas municipales y otros cobros) sumó un poco más de $16,700,000. Fondos propios.
De acuerdo con el economista José Luis Magaña, para municipios como Antiguo Cuscatlán, que no son FODES dependientes, este fondo representa una parte reducida de sus inversiones. Así, explica que “de cada $100 que se invierten en ejecución de proyectos, $2 o $3 provienen del FODES”. Factores como la calidad de vida de los habitantes hacen que los ingresos propios de estos municipios sean más que suficientes para el mantenimiento de los mismos.
La misma Milagro Navas aseguró, en una entrevista televisada en septiembre de 2020, que “el problema de Antiguo no es el mismo de otros municipios”. Y, luego, explicó que existen otras alcaldías que “aunque parezca risible, reciben $20 al día”. La alcaldesa hacía referencia a los ingresos relacionados con tasas y derechos, es decir, los pagos por alumbrado público, pavimentación de calles, servicios de certificación y otras tasas municipales. A Antiguo Cuscatlán, en 2020, le quedaron más de $8,000,000 en concepto de estos servicios.
Las distancias en Antiguo Cuscatlán no se miden en kilómetros, es más común medirlas en cuadras. La Unidad Comunitaria de Salud Familiar Intermedia (UCSFI) se encuentra a media cuadra del parque central y cinco cuadras más abajo está la Clínica Comunal del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS). Alrededor del parque hay, por supuesto, consultorios particulares y clínicas privadas que ofrecen más servicios. No hay necesidad de buscar ayuda para movilizarse grandes distancias para acceder a salud: aquí, todo está cerca y la mayor parte del municipio está bien pavimentada.
Proyectos que nunca pararon
“Es que la alcaldía gestiona bien los fondos. Hay otros municipios que tienen buenos ingresos, pero mala gestión”, dice Julio Tobar, miembro de la directiva de la colonia La Sultana 2. Dice que aquí, en el centro de Antiguo Cuscatlán, no conoce ninguna Asociación de Desarrollo Comunal (ADESCO). Que la mayoría de colonias se organizan, sí, pero en directivas. Y que el trabajo de estas es vigilar y mantener la seguridad en los pasajes, que ya de por sí cuentan con portones de entrada.
Y las directivas, como la que representa Tobar, tienen comunicación con la municipalidad de Antiguo Cuscatlán. Tobar cuenta que sí han trabajado en proyectos con la misma: uno era la pavimentación de una acera de la colonia en la que habita. Otra, la reparación del portón de la entrada. No conoce, sin embargo, de ayudas o proyectos sociales de parte de la alcaldía. Y dice que, a pesar de haber escuchado del FODES en las noticias, puede asegurar que a ellos como municipio no les causó ningún impacto. “Es que por el comercio, Antiguo recibe buena entrada en impuestos”, analiza el tesorero de la directiva.
Más abajo, en la Comunidad Puerta de La Laguna, tampoco han resentido el impago del FODES. Iluminación, pavimentación de calles y campañas de fumigación son los proyectos de desarrollo que la alcaldía implementa ahí, de acuerdo con Alejandro Hernández, líder de la Asociación de Desarrollo Comunal de esa comunidad. “El FODES ni nos afecta ni nos beneficia”, dice Hernández, quien enfatiza en que no ha existido algún proyecto “a largo plazo” que haya desarrollado la municipalidad.
Para el economista José Luis Magaña, la lógica del FODES es “cerrar brechas de desigualdad para que las municipalidades no dependan solo de su actividad económica”. Magaña opina que el impago del mismo, entonces, amplía esta brecha entre municipios. Y aquí, en el municipio que se auto denomina como “Smart City” por el sistema de video vigilancia que monitorea las principales calles, el impago del FODES representó un recorte del 9.6 % del presupuesto total del año 2020. Es decir, se le restaron $2,580,328.17 a los casi $27,000,000 de presupuesto. En el municipio fucsia, el impago del FODES no dejó a nadie sin salud o sin comer.
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