Ministros y viceministros ad honorem han cobrado casi medio millón de dólares

Tres ministros y seis viceministros ad honorem del Gobierno de Nayib Bukele han costado $462,456 en 16 meses de esta administración. Este cobro alterno supera los salarios establecidos para esos cargos en la Ley de Salarios y viola la Ley de Ética Gubernamental.

Tres ministros y seis viceministros del gabinete de Nayib Bukele se declararon ad honorem. Estos funcionarios anunciaron que, por su labor en las carteras de Estado, no recibirían remuneración. De esta manera, el Estado podría ahorrar los salarios. Sin embargo, una serie de contratos demuestra que este grupo de servidores públicos, que pertenece al círculo cercano del presidente Bukele, se ha beneficiado de un mecanismo de contrataciones hecho para superar los límites establecidos en la Ley de Salarios. Estos funcionarios públicos, en 16 meses, han representado una erogación de cercana a $462,456. En algunos casos han llegado a recibir más del triple de lo establecido por ley.

La ministra de Vivienda, Michelle Sol de Castro; la ministra de Desarrollo Local, María Chichilco; el viceministro de Hacienda, Jerson Posada; el viceministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Alex Michel Hasbún; y el viceministro de Seguridad, Mauricio Arriaza Chicas son funcionarios que cobran en alterno. Así como también lo han hecho el exministro de Hacienda, Nelson Fuentes; el exviceministro de Hacienda, Óscar Anaya; el exviceministro de Ingresos, Douglas Rodríguez; y la exviceministra de Relaciones Exteriores, Integración y Promoción Económica, Cindy Portal. Estas personas han recibido del erario cantidades mensuales que van desde los $3,572 hasta los $7,500 mensuales; cuando un ministro, según lo que contempla la Ley de Salarios, debería de devengar $3,345.15 y un viceministro $2,652.01.

Los contratos y boletas de pago de estos funcionarios ad honorem demuestran que el Gobierno de Nayib Bukele ha gastado en ellos casi el doble de lo que constarían si desempeñarán un solo cargo. Si estos ministros y viceministros hubieran cobrado de acuerdo con la ley, el monto desembolsado sería de $248,656.12. Estas contrataciones alternas han costado $213,799.88 más.

Entre los beneficiarios de este mecanismo, cuatro son militantes del partido Nuevas Ideas y forman parte del círculo cercano del presidente. Bukele incluso creó ministerios para María Chichilco, quien forma parte de su Consejo Nacional, que es la máxima autoridad de la institución. Asimismo, para Michelle Sol de Castro, fundadora de Nuevas Ideas y pareja del exsecretario privado de la Presidencia, Ernesto Castro.

Cindy Portal es otra militante de Nuevas Ideas que ha sido beneficiada por este mecanismo de cobro. Portal fue activista en Suramérica del movimiento impulsado por Bukele mientras fue embajadora de El Salvador en Brasil y viceministra de Relaciones Exteriores, Integración y Promoción Económica ad honorem.

El viernes 27 de noviembre, se envió un cuestionario a los nueve funcionarios ad honorem para conocer por qué aceptaron utilizar este mecanismo de doble cargo para tener un salario mayor al que deberían devengar. Sin embargo, hasta el cierre de esta nota ninguno aceptó la solicitud de entrevista ni respondió las preguntas del cuestionario.

Hace cuatro meses, varios miembros del gabinete hicieron públicas sus intenciones de correr como candidatos a puestos de elección popular. Esto obligó a que el 17 de noviembre pasado, Bukele anunciara movimientos de personal. Entre los nuevos nombramientos está el de Franklin Alberto Castro Rodríguez como viceministro de Gobernación y Desarrollo Territorial ad honorem. Según el portal de Transparencia, Castro también es director de general de Correos de El Salvador, con un salario de $3,384.58.

Los doble cargo, además de ser un gasto extra para el Gobierno, riñen con la Ley de Ética Gubernamental. En literal d del artículo 6, se establece que los funcionarios no podrán “desempeñar simultáneamente dos o más cargos o empleos en el sector público que fueren incompatibles entre sí (…) por coincidir en las horas de trabajo o porque vaya en contra de los intereses institucionales”. Aun así, los contratos de cobros alternos establecen que el horario laboral es el mismo que la ley dicta para los titulares de las carteras.

El dinero alcanza

El 6 de noviembre de 2019, el entonces ministro de Hacienda, Nelson Fuentes, llegó a la Asamblea Legislativa a solicitar un nuevo préstamo. Con traje azul marino y corbata cian, se colocó en el podio, frente al micrófono para, otra vez, ser la voz de un Órgano Ejecutivo afincado en el argumento de que no tenía insumos para financiar la fase de modernización del equipo de los cuerpos de seguridad. La urgencia era financiar la fase tres del Plan Control Territorial y, por eso, solicitaba que se diera trámite al contrato de préstamo de $109 millones del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). La negociación por el préstamo se prolongó hasta el inicio de la emergencia sanitaria por la pandemia. Sin embargo, esa no fue la única negociación por dinero que Fuentes hizo en ese momento.

Para esas fechas, Fuentes aún se definía públicamente como ministro de Hacienda ad honorem, su viceministro, Óscar Anaya, también estaba bajo esta categoría. En privado, ambos iban por la tercera firma de un contrato que les permitiría cobrar durante 2020, $7,500 mensuales.

El 3 de enero de 2020, Fuentes firmó el contrato 33/2020 y Anaya el 34/2020. De esta manera, Anaya autorizó, una vez más, el pago mensual de $7,500 a Fuentes por ser asesor de su propio despacho y Fuentes autorizó, a su vez, el de Anaya. Este mecanismo de salarios alternos no se originó en el actual Gobierno. Fuentes y Anaya usaron la misma fórmula para cobrar más de lo que establece la Ley de Salarios para sus cargos desde el último año del Gobierno del FMLN, presidido por Salvador Sánchez Cerén.

Fuentes y Anaya fueron los únicos funcionarios de confianza que sobrevivieron el cambio de Gobierno.Los dos fueron los únicos que tuvieron el beneficio del salario alterno con la nueva administración.

El sueldo base de un ministro es de $2,773.72, más $571.43 en concepto de gastos de representación. Un ministro como Fuentes debería recibir en total $3,345.15 en su cuenta, según la Ley de Salarios vigente. Mientras que los viceministros ganan $2,080.58, más $571.43 en concepto de gastos de representación, para sumar $2,652.01.

Bukele ya había renegado de los pagos alternos antes de tomar posesión. El 13 de marzo de 2019, en su discurso ante la Heritage Foundation, Bukele prometió que sus “ministros no recibirán sobresueldos, como lo hicieron en gobiernos anteriores y en el actual (de Sáchez Cerén)”. Cuando el mandatario hizo esa promesa, Fuentes y Anaya ya habían firmado dos contratos para recibir un salario alterno. Y, en los meses siguientes al inicio de su administración, Bukele permitió que, al menos, otros siete altos funcionarios se beneficiaran de este mecanismo.

La multiplicación de los salarios alternos

Los primeros contratos entre Fuentes, Anaya y el Ministerio de Hacienda fueron en 2018. En aquel momento, Fuentes sustituyó a Carlos Cáceres como ministro de Hacienda, luego de la derrota electoral del FMLN.

El 3 de enero de 2019, Fuentes firmó el contrato 47/2019 y Anaya el 48/2019 para renovar sus salarios alternos durante todo ese año. El presidente Bukele asumió la Presidencia, el 1 de junio, con un discurso protransparencia y anticorrupción. Despidió públicamente a varios empleados gubernamentales por considerarlos cuota del FMLN. En privado, mantuvo el pago alterno de las cabezas de Hacienda.

El 1 de julio de 2019, Fuentes confirmó en la entrevista radial “Pencho y Aída” que seguía ganando como asesor del Ministerio de Hacienda y no como ministro. “El puesto de ministro es ad honorem”, justificó.

Los contratos alternos no establecen obligaciones o responsabilidades puntuales. Solo indican que los funcionarios estarán “desempeñando el cargo funcional de asesor del despacho” y que sus salarios son sujetos a descuentos de ley. Los contratos que Fuentes y Anaya acordaron con la actual administración en enero, fueron firmados por el entonces director general de administración de Hacienda, Carlos Alvarado Celis, pero aprobados recíprocamente.

Fuentes dejó de ser ministro de Hacienda el 28 de julio, un día después de asistir a la comisión especial de la Asamblea que investiga la compra de alimentos que el Ministerio de Agricultura hizo durante la pandemia. Anaya lo hizo un par de meses después, el 1 octubre. Solo en los 13 meses como ministro de la administración Bukele, Fuentes cobró $97,500. Este monto es $54,013.05 más de lo que hubiera ganado siguiendo la ley. Y Anaya devengó $112,500 de junio 2019 hasta octubre 2020, $72,719.85 extra.

Con la renuncia de Fuentes, Bukele entregó el Ministerio de Hacienda a Alejandro Zelaya, uno de los cuestionados por las compras irregulares de la pandemia como ministro. Douglas Rodríguez ascendió de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) al cargo que dejó Zelaya como viceministro de Ingresos.

Rodríguez fue viceministro del 29 de julio al 19 de septiembre de 2020. En el corto periodo que estuvo en ese cargo, también aprovechó el mecanismo de contratación para asesorar su despacho. El 7 de agosto, firmó el contrato 195/2020 por un salario de $6,814. Este acuerdo fue autorizado por el ministro Zelaya y el exviceministro Anaya firmó como representante del Gobierno; en los casos anteriores, fue el director de administración quien lo hacía.

En un año de continuas crisis en el que el Gobierno se quejó por no tener fondos que destinar para paliar los efectos de la pandemia y de las lluvias, Douglas Rodríguez, quien también es secretario de la Comisión Electoral Nacional (CEN) de Nuevas Ideas, tuvo un incremento salarial del 135 %.

El exviceministro ahora funge como una pieza política en el BCR, una institución que, por ley y tradición, había sido presidida por un perfil técnico. Según el portal de Transparencia, el presidente del BCR cobra $6,557 mensuales.

Luego de la renuncia de Anaya, el 1 de octubre, Bukele nombró a Jerson Posada, un asesor con décadas de experiencia en Hacienda, como viceministro de Hacienda ad honorem. A pesar de las crisis y del endeudamiento en el que ha caído el país, Posada imitó a su antecesor y firmó el 1 de octubre, mismo día que se oficializó su nombramiento, el contrato 227/2020 por servicios profesionales para asesorar a su propio despacho y así también cobrar, al igual que Anaya, $7,500. Según el documento, fue el ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, quien autorizó que se le pagará más del triple de lo correspondiente por ley al nuevo viceministro.

A pesar de que la tercera cláusula de todos los contratos de Hacienda hace que los funcionarios den constancia que “no desempeñan ningún otro cargo en dependencias del Gobierno Central, Instituciones Oficiales Autónomas ni Municipalidades”, los cuatro fungieron doble cargo durante el tiempo que estuvo activo el contrato.

La segunda cláusula de los contratos además establece que sus horarios de trabajo están “establecidos en el artículo 84 de las Disposiciones Generales de Presupuesto”. Según la normativa “en todas las oficinas públicas el despacho ordinario será de lunes a viernes, en una sola jornada de las ocho a las dieciséis horas”.

La única manera de alterar esta los horarios de los funcionarios, agrega el reglamento, es a través de un acuerdo ejecutivo en el ramo de Hacienda, pero “en ningún caso podrá ser menor” a ocho horas.

El 26 de noviembre, se le preguntó al ministro Zelaya por qué autorizó los contratos de sus dos viceministros. El funcionario no negó haber aprobado los contratos, pero tampoco dio más explicaciones sobre las obligaciones, responsabilidades ni horarios de los viceministros. “(Los contratos) no riñen con ninguna normativa legal. Si me dicen cuál es el ilícito, yo revierto, pero no hay ninguna ilegalidad”, dijo el ministro.

La experta en transparencia y parte del Centro de Estudio Jurídicos, Xenia Hernández, señala que esta práctica riñe con los literales c y d del artículo 6 de la Ley de Ética Gubernamental, que establecen que los funcionarios no pueden desempeñar cargos que vayan en contra de los intereses de la institución y también prohíbe que tengan cargos en los que choquen sus horas laborales.

Costos de salarios ad honorem

Tres ministros y seis viceministros ad honorem han cobrado $462,456 en los 16 meses de la administración del presidente Nayib Bukele. Cuatro de ellos son militantes de Nuevas Ideas. A través de contratos y nombramientos alternos, estos nueve funcionarios han cobrado más de lo que la Ley establece.

Se hizo regla

La práctica de sobre sueldos nació en la administración del FMLN, en gestión de Sánchez Cerén. En 2018, el entonces ministro de Hacienda, Nelson Fuentes, y su viceministro, Óscar Anaya, firmaron contratos para cobrar $7,500 al mes.

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