Meridiano 89 oeste

Ya no estamos en Kansas

Es Totó que primero se fija en la actividad detrás de una cortina y revela que el Mago de Oz no es un mago sino un hombre común y corriente que no les puede salvar.

Imagen Autor
Investigadora y escritora radicada entre Madison, Wisconsin, y San Salvador

Decía el científico Carl Sagan que no se puede convencer de nada a aquel cuyas creencias están basadas en una arraigada necesidad de creer. Suena a una gran parte de la población de los Estados Unidos y a su fe en la potencia e invulnerabilidad del país. Una pandemia y miles de gente muerta por una enfermedad sin piedad es algo que pasa solo en las noticias y en países lejanos. Así piensa la gente. Aún viendo cómo se extendía el virus a los países de Europa, nadie realmente pensaba que nos tocaría. Ya llegó a las costas de esta tierra y los casos empiezan a inundar los hospitales de Nueva York y de California y muchos escapan la cuarentena y siguen insistiendo en celebrar sus vacaciones de primavera haciendo fiestas en las playas. Hay jóvenes que se burlan de las medidas de seguridad y suben videos a TikTok y a Snapchat en que llegan a los supermercados a toser sobre la comida. Otros todavía hacen fiestas de corona para contaminarse a sí mismos y a los demás. Ninguno de ellos cuestiona el poder del “Gran sueño americano,” ven la cortina pero no quieren saber lo que oculta, simplemente quieren seguir creyendo en la magia.

Es Totó que primero se fija en la actividad detrás de una cortina y revela que el Mago de Oz no es un mago sino un hombre común y corriente que no les puede salvar. En la película, el Mago desesperado ordena: “No presten atención al hombre detrás de la cortina” (“El Mago de Oz”, 1939). Es lo que estamos experimentando como país, solo que aquí lo que está detrás de la cortina es algo mucho más nefasto. Es una política vacía de valores que prioriza al dinero por sobre la vida humana. Siempre lo ha hecho pero no queríamos verlo, es más, no teníamos que verle la cara, hasta ahora. Ahora estamos en una crisis y hay que tomar decisiones difíciles. La gente ha querido creer en la nobleza del liderazgo de los Estados Unidos cuando no hay ética ninguna. Por eso el vicegobernador Dan Patrick de Texas propuso el martes que la gente mayor debe sacrificarse para salvar la economía de los Estados Unidos: “Volvamos a trabajar, a vivir, seamos inteligentes. Y los que tenemos más de 70 años, ya nos cuidamos, pero no sacrifiquen el país, no lo hagan, no sacrifiquen el gran sueño americano”, expresó. Las controversiales palabras de Patrick fueron emitidas en una entrevista con la cadena Fox News, en la que agregó “estoy dispuesto a jugarme mi supervivencia a cambio de mantener América tal y como es”.

Tras hacerse públicas sus palabras, las críticas comenzaron a llegar y miles de usuarios en redes sociales lamentaron el sentir del político, viendo quizás por primera vez la cara diabólica de nuestro Oz. El presidente de los Estados Unidos Donald Trump ya advirtió este lunes que “el remedio no puede ser peor que el problema” y subrayó que no se puede permitir que siga deteriorándose la economía. Su postura quedó clara; hay que reanimar la economía cueste lo que cueste en vidas humanas. El Gobernador de Nueva York Andrew Cuomo preguntó incrédulo en una conferencia de prensa, “¿Qué es esto, alguna teoría darwiniana de la selección natural? Si alguien ya no puede mantener el paso, entonces dejamos a los ser humanos en los márgenes de la vida humana?” Sí, desgraciadamente así es, cabalito, Totó. Ya no estamos en Kansas.

Generic placeholder image
Séptimo Sentido

Séptimo Sentido les invita a que nos hagan llegar sus opiniones, críticas o sugerencias sobre cualquiera de los temas de la revista. Una selección de correos se publicará cada semana. Las cartas, en las que deberá constar quien es el autor, podrán ser editadas o abreviadas por razones de espacio o claridad.

ARTICULOS RELACIONADOS