San Fernando sin gasolina para trasladar pacientes renales
El Ministerio de Hacienda dejó de transferir el FODES a las alcaldías del país entre mayo de 2020 y abril de 2021. Así, esta cartera retuvo hasta $396 millones aludiendo otras prioridades por el contexto de la pandemia por covid-19. 75 % del FODES se destina a proyectos de inversión y, por esto, el impago del mismo no afectó a todas las alcaldías por igual. En municipios con alta recaudación de impuestos, la ausencia del FODES pasó desapercibida. En municipios con baja recaudación, por otra parte, la deuda dejó sin acceso a salud a sus habitantes.
Desde San Fernando, Morazán, se puede ver Honduras. Así cuenta Alberto Urquilla, quien ha vivido desde siempre en este municipio que también vio nacer a dos hijos y una nieta. Alberto, desde su patio trasero, levanta el brazo y señala al horizonte, entre los cerros. “Allá, donde se ve aquella antena, ya es Honduras”, dice. Y, mientras sostiene su brazo derecho en el aire con esfuerzo, mantiene la mano izquierda en el estómago. Ahí, en donde está colocado el catéter que, a diario, filtra su sangre. Tiene tres años de vivir con una enfermedad renal crónica.
Todavía recuerda cuando le detectaron la enfermedad. “Yo estaba trabajando, vigilando unas vacas, cuando me desmayé”, dice. Después de eso, nada, hasta que despertó en la única unidad de salud del municipio. Y así, Alberto, que ya arrastraba el peso de la diabetes, descubrió que tenía un padecimiento renal cuando lo remitieron al hospital San Juan de Dios, en San Miguel, a 78 kilómetros del municipio desde donde se divisa Honduras. Hasta ahí, llegó en el único vehículo oficial de la alcaldía municipal de San Fernando.
Este municipio de 2,100 habitantes, aproximadamente, tiene seis escuelas y una sola Unidad comunitaria de salud familiar. Esta brinda consultas de lunes a viernes entre las 7:30 a. m. y 3:30 p. m., de acuerdo con el alcalde Elmer Ramos. Y si a esta unidad de salud llegara una persona con una lesión o un padecimiento grave, esta no podría ser atendida por el único médico de turno: tendría que moverse a una unidad del Fondo Solidario para la Salud (FOSALUD). La más cercana, dice Ramos, es la de Perquín, a 6.2 kilómetros de San Fernando. Osicala, a 30 kilómetros, es otra de las opciones. Y si alguien necesitara atención hospitalaria, tendría que desplazarse 45 kilómetros hasta el Hospital Nacional de San Francisco Gotera.
Para movilizarse hasta uno de estos establecimientos de salud, la Alcaldía de San Fernando ponía a disposición de los habitantes un vehículo. “Aunque cuando había muchas emergencias, usábamos el mío, el del síndico o, en otros casos, rentábamos uno”, dice Elmer Ramos. Este es el vehículo que, durante los tres períodos de Ramos frente a la alcaldía, ha transportado a personas como Alberto Urquilla a distintos establecimientos de salud. Este beneficio, dice el alcalde Ramos, se sostenía a base del Fondo para el Desarrollo Económico y Social de los Municipios de El Salvador (FODES).
A Alberto, que veía en las noticias discusiones relacionadas con el FODES, le dijeron un día en la municipalidad que el carro que lo llevaba al hospital de San Miguel no saldría ese día. Que no había fondos para echarlo a andar. Que regresara otra vez. Y la otra vez le dijeron lo mismo, que ya no había fondos.
Y así, el impago del FODES dejó a un municipio ubicado entre las montañas de Morazán sin el único vehículo que las hacía de ambulancia y que desplazaba hasta 50 personas al mes, en ocasiones, incluso, a alta hora de la noche. Y es que si ocurriera alguna emergencia nocturna, Alberto dice que, con suerte, se podría conseguir transporte con un conocido. “Y si no, a esperar a que se nos pase”, dice.
Una alcaldía sin impuestos
El alcalde Elmer Ramos dice que este municipio, a 236 kilómetros de San Salvador, depende enteramente de la agricultura, especialmente de las hortalizas, del maíz y el frijol. Dice también que “no es un lugar donde haya comercio o empresas”. Y la plaza central del municipio da cuenta de este relato: en los alrededores de la cancha de fútbol, la iglesia y la alcaldía municipal, hay un solo comedor y dos tiendas pequeñas. Más allá, solo calles adoquinadas y casitas separadas por parcelas de terreno sin habitar o cultivar.
La alcaldía de San Fernando está a un costado de la plaza central. Y a esa alcaldía de 16 empleados, una oficina y una salita de reuniones ingresan al mes entre $150 y $300 de fondos propios, dice Ramos. Estos fondos provienen, en gran mayoría, del pago de agua, del adoquinado de las calles, del alumbrado público, de las partidas de nacimiento y cartas de ventas.
Además del cultivo de las parcelitas que rodean al municipio, las familias de San Fernando dependen de las remesas. Así lo asegura el alcalde, quien dice que los impuestos “se mantienen bajos” porque “no se pueden comparar los ingresos de alguien de San Fernando con los de alguien de una cabecera departamental”. Y agrega que el municipio “depende, entonces, casi en un 90 % del FODES”.
Para tratar una enfermedad renal se necesita agua. Y esta brota de las tuberías de San Fernando tres horas por día. Lo que cae se almacena en cántaros y barriles en la parte trasera de las casas, que no tienen contador de agua. Y por estas tres horas diarias Alberto paga $2.10 mensuales a la municipalidad. También paga $2.10 por vivir cerca de una lámpara del alumbrado público.
El alcalde Elmer Ramos asegura que, a manera de privilegio, quienes viven cerca del alumbrado público deben cancelar dicho monto a la municipalidad. En total, dice Alberto, paga $6.30 al mes en concepto de impuestos. “Quizá por eso no llegan muchos fondos allá a la alcaldía”, dice.
Para San Fernando, un carro de la alcaldía es mucho más que un vehículo que se usa para misiones oficiales. Aquí, este único carro acorta los más de 45 kilómetros que separan a un municipio del hospital más cercano. En el municipio, entonces, el FODES acercaba a la salud. Mientras esperan a que regrese, han aprendido a subsistir entre los cerros. En la alcaldía, han aprendido a negociar la deuda con la compañía eléctrica para que cuatro computadoras que contienen, entre otras cosas, los registros de los habitantes del municipio sigan funcionando. Y, más allá, entre las pendientes adoquinadas, las personas aprendieron a dializarse solas. “Es que estas enfermedades no esperan”, dice Alberto Urquilla.
Related
ARTICULOS RELACIONADOS
MISMA CATEGORIA
Condadillo: “Sin las viviendas construidas, no nos movemos de aquí”
Condadillo es el segundo caserío de Conchagua que está dentro de los límites del diseño del Aeropuerto Internacional Del Pacífico. Más de 30 parcelas con viviendas serán afectadas si el proyecto se construye tal y como ha sido presentado por CEPA. En cada lote, hay de dos a tres hogares y unas 10 personas. Nadie sabe, aún, el lugar de reubicación.
Los trabajadores de la tierra a los que el aeropuerto desplazará
Las 30 familias del caserío Flor de Mangle, Conchagua, no tienen agua potable ni tuberías. La calle no está pavimentada y los accesos a salud y educación son muy limitados. En 20 años, esta zona no había recibido atención hasta ahora, cuando vehículos de instituciones gubernamentales transitan aquí con frecuencia. Este es el lugar elegido para construir el Aeropuerto del Pacífico. La comunidad, entonces, debe ser removida.
Gobierno proyecta nuevo aeropuerto en área que se inunda
El nuevo aeropuerto que CEPA proyecta en La Unión estará ubicado sobre una masa de agua subterránea. La zona, atravesada por cuatro ríos, es propensa a inundaciones, advierte el Ministerio del Medio Ambiente. En octubre del año pasado, esta cartera también señaló los riesgos y la amenaza que el proyecto supone al Estero El Tamarindo, Área Natural Protegida. pese a que hay una alternativa de ubicación, El proyecto continúa tal cual.
El Plan Control Territorial prometía combatir la corrupción de la mano de la CICIES
En sus páginas, el plan Control Territorial hacía una importante apuesta contra la impunidad y la corrupción. En ese marco, también prometía trabajos coordinados entre la Comisión Internacional Contra la Impunidad en El Salvador (CICIES), la FGR y la PNC. Una promesa que el gobierno decidió truncar cuando las sospechas de corrupción comenzaron a rodear a sus propios funcionarios.
Solo el 1.5% de la población metropolitana puede costear vivienda en altura
De las familias que habitan el área metropolitana de San Salvador, solo el 1.5% puede costearse una vivienda en altura, una opción de solución a la falta de espacio. Los precios de contado de los apartamentos en esta, la zona más densamente poblada del país, están arriba de los $100,000. Este tipo de oferta no está acorde a la demanda de vivienda de interés social. El desbalance obliga a un buen número de familias a instalar viviendas informales en zonas de alto riesgo.
MISMO AUTOR
Deslave en Nejapa | Los que se aferran a una tierra imposible
Inés Flamenco fue una de las beneficiadas con una de las casas en Residencial Marsella. La regresó: no podía costearse la vida en la residencia ni trabajar.
“Nosotros lo único que pedíamos eran los cuerpos”
Una sola familia recibió los restos de cinco personas el 7 de octubre. Ellas forman parte de las 12 víctimas que la Fiscalía General de la República ha logrado identificar entre las 30 que encontró en las fosas ubicadas en una casa del pasaje Estévez, en Chalchuapa, el 8 de mayo. La familia tuvo que pasar por cinco meses de entrevistas y pruebas para poder velar y enterrar a sus parientes: tres mujeres y dos niños.
Abuela de víctima, madre de acusado
Zoila se enteró del entierro de cinco miembros de una misma familia víctimas del Caso Chalchuapa a través de una página de Facebook. Nadie le dijo a ella que, entre los restos que velaban en San Sebastián Salitrillo, se encontraban los de Gadiel, su nieto de dos años. A Zoila, que además es madre de uno de los acusados por el testigo Estévez, nadie le brinda información sobre el caso.
“Tratan a una mujer peor que a un hombre que, quizás, ha hecho otras cosas”
A Sara Rogel la sentenciaron a 30 años de cárcel acusada por homicidio agravado. Esto sucedió después de que buscara atención médica luego de una caída que le provocó la pérdida de su bebé. Ocho años después, obtuvo la libertad condicional. Rogel pasó, como muchas otras mujeres salvadoreñas, por un sistema penitenciario que nunca tomó en cuenta su estado psicológico o emocional, a pesar de haber sido detenida justo después de haber sufrido una emergencia obstétrica.
Antiguo Cuscatlán: el palacio amurallado
El Ministerio de Hacienda dejó de transferir el FODES a las alcaldías del país entre mayo de 2020 y abril de 2021. Así, esta cartera retuvo hasta $396 millones aludiendo otras prioridades por el contexto de la pandemia por covid-19. 75 % del FODES se destina a proyectos de inversión y, por esto, el impago del mismo no afectó a todas las alcaldías por igual. En municipios con alta recaudación de impuestos, la ausencia del FODES pasó desapercibida. En municipios con baja recaudación, por otra parte, la deuda dejó sin acceso a salud a sus habitantes.