“Todas llevamos pequeñas tormentas dentro”
Actriz de teatro, comunicadora y gestora cultural. Cursó teatro en el Centro Nacional de Artes y, durante diez años, complementó su formación trabajando dentro de Grupo Teatro Célula. Feminista y promotora de la lengua náhuat, de vez en cuando también escribe. Su obra “Orumampala, el fabuloso” ha sido publicada por Editorial Santillana.
Actualmente, ¿cuál considera que es la virtud más sobrevalorada?
La calma. Todas llevamos pequeñas tormentas dentro, aunque no siempre permitimos que estallen.
¿Qué significa para usted la muerte?
Una oportunidad para valorar la vida, sus pequeños detalles, el momento presente.
¿Qué le hace reír?
Equivocarme, sobretodo bailando o en cualquier rutina física. Reírse de una misma: ¡esa es una virtud!
¿Cuál es su pájaro favorito?
El petirrojo, por un cuento que me leyeron de niña.
¿Cuál es su idea de la felicidad perfecta?
Sentarte y escuchar la risa de la gente que amás.
¿Cuál es su miedo más grande?
El día a día de la mujer salvadoreña está lleno de historias de terror. Me da miedo que la guerra – y la violencia, el acoso, la injusticia- me sean indiferentes.
¿Cuál es la manifestación más clara de la miseria?
Burlarse del dolor de las demás personas. Y, aún más, utilizar el arte como excusa para el odio y la discriminación.