«Romper un par de reglas te enseña más que quedarte sentado obedeciendo»

Víctor Portillo García es originario de Ilobasco, Cabañas. Tiene 21 años y es Estudiante Internacional Adobe Creativity Scholarships. Formó parte de las Academias Sabatinas Experimentales en Ciencia y Tecnologías de la Comunicación, de la Universidad Dr. José Matías Delgado, y, actualmente, cursa la carrera de Realización Integral en Cine y Televisión, en el Centro de Investigación Cinematográfica, en Buenos Aires, Argentina.

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Víctor Portillo García

Si fuera a vivir tu vida a tope, ¿de qué sería lo primero de lo que tendría que deshacerte?

De todo lo no esencial. Tendría mochila, cámara y ropa para lanzarme a viajar por el mundo. Ese sería mi ideal de vida al tope.

¿Cuál es su idea de la felicidad perfecta?

Pienso que la felicidad no es un estado al que llegamos para disfrutarla por siempre. La felicidad la concibo más como una serie de momentos episódicos que disfrutamos y que debemos procurar encontrar en lo que hacemos cada momento de nuestra vida, porque puede estar frente a nuestros ojos.

¿Cuál es su miedo más grande?

No lograr lo que me he propuesto para antes de los 30 años, pero creo que no es absoluto. Como que los miedos van evolucionando con nosotros, así que seguro me asustaré por otras cosas más adelante.

¿Qué es de lo que más se arrepiente?

A veces, me arrepiento de no haber sido más rebelde en la adolescencia. Ahora, creo que romper un par de reglas te enseña más que quedarte sentado obedeciendo todo ciegamente, sobre todo en la escuela, donde nos enseñan muchas cosas que, a la luz del tiempo, demuestran estar equivocadas.

¿Cuál es la virtud más sobrevalorada?

La rectitud me parece que es la virtud más sobrevalorada, porque depende mucho de la concepción moral que tengamos y lo moral es meramente subjetivo.

¿Qué significa para usted la muerte?

Creo que la muerte solo prueba que la vida existe (como decía Litto Nebbia en alguna de sus canciones) y que, por ello, hay que vivirla al máximo. La muerte me parece que es el cierre de un ciclo en el que somos uno con la naturaleza y verla como algo catastrófico no es algo que comparta. Por supuesto, se sufre la pérdida de seres queridos y de las personas que nos rodean, pero creo que es el recordatorio perfecto de que debemos poner todo nuestro esfuerzo por dejar este mundo mejor de lo que lo encontramos.

¿Qué no perdonaría?

Confío mucho en las personas que quiero y una traición de su parte sería muy difícil de perdonar. También que me spoileen una peli, eso es lo peor.

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