«Me da miedo que el pensamiento crítico muera»

Es un músico que comenzó tocando guitarra a los 8 años. Entre 2003 y 2008, Marvin Guillén vivió en EUA, donde se sumó a la lucha de organizaciones a favor de inmigrantes. Estudió en una escuela del condado de Montgomery. Ahí, tocó para la orquesta de jazz, exploró la composición instrumental y conformó un trío. Al terminar bachillerato, con una banda de rock latino, grabó en los laboratorios del Instituto de Artes de Washington. Por ahora trabaja en un material propio al que ha titulado «El árbol de las preocupaciones».

Imagen Entrevistado
Marvin Guillén

¿Cómo llegó a la música?

En un contexto en el que mi salud física ya no me permitía continuar como músico activo. Decido hacer mi propia música en mi pequeño estudio casero.

¿Cómo formarse en un país que no ofrece capacitación a los artistas?

El Salvador sí nos forma, porque padecemos una realidad sentida. Con esto quiero decir que, como artistas, podemos optar por buscar enchufar con otros u otras artistas que están en constante conexión con la realidad.

¿Qué opina sobre el reggaetón?

Es solo otro producto más de la industria del entretenimiento.

¿Qué sabor le daría a sus composiciones musicales?

Le pondría sabor de fresco de ensalada, porque a la superficie el fresco de ensalada tiene un sabor dulce, pero un dulce que, en su esencia, está hecho de otro montón de sabores, entre ellos, sabores cítricos.

¿Cuál es su miedo más grande?

Me da miedo que el pensamiento crítico muera.

¿Cuándo se ha sentido fracasado?

Ahora mismo. No me siento un fracasado, pero sí bastante inconforme. Mi música no está a la altura de un El Salvador que urge más de seres humanos, que de artistas.

Si pudiera cambiar un problema en el mundo, ¿cuál sería?

El capitalismo. Es un mal terrible para nuestra humanidad.

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