Entrega Especial de Desaparecidos

Esta es una serie de 12 reportajes acerca de la desaparición de personas en El Salvador. Estas publicaciones se realizaron a lo largo de un año, el último domingo de cada mes. En ellas está la participación de un equipo de periodistas, infografistas, fotoperiodistas, ilustrador y visualizador cuyos trabajos han sido enfocados en la comprensión de un fenómeno complejo que se agrava en el abandono en el que por mucho tiempo lo colocaron las instituciones estatales.

Como equipo, buscamos que cada una de las piezas que componen este especial se centrara en explicar un aspecto específico de los muchos que rodean este problema. Buscamos escapar del lugar común y de la revictimización. La intención, por sobre todo, fue funcionar como un altavoz para que el dolor de los desaparecidos no lo cargaran solo sus familiares sino, como corresponde, la sociedad entera.

En el camino, hubo cambios en las instituciones. El más notorio fue la creación del delito de desaparición por violencia actual. Esta es una herramienta que desde hacía mucho tiempo se venía necesitando para reducir la brecha de impunidad en estos casos. El camino que falta por recorrer, sin embargo, es largo e incluye, como una de las mayores deudas, la creación de medidas de asistencia social para los familiares de las víctimas y la difusión de una hoja de ruta de qué hacer en estos casos para colocar denuncias.

Los desaparecidos y sus familias no están para lástima. Están para que sus derechos sean respetados. Están para que justicia llegue a cada uno de los casos.

Diciembre 2019

Cada vez que la Fiscalía General de la República abre una fosa clandestina gracias a la información de un testigo criteriado, por lo general, no encuentran solo a la víctima que el criteriado identifica, hallan más. Pero, con esas otras osamentas, no se abre investigación, no se cotejan muestras de ADN ni se entregan características a familiares de desaparecidos. Solo se almacenan en cajas de cartón. Y ahí, esperan.