“No me hace falta nada”
Argelia Quintana ha dedicado los últimos 25 años de su vida a recolectar la poesía de su hija, Leyla Quintana. Leyla era poeta y murió a los 21 años en el contexto de la guerra civil. Desde la muerte de su hija, Argelia, quien ahora tiene 72 años, se ha encargado de difundir los escritos de la joven. En 1994 publicó el primer libro de Leyla y hasta la fecha se han publicado 11. Argelia Quintana es fundadora del Festival Internacional de Poesía Amada Libertad. Dicho evento, desde 2014, reúne a decenas de poetas nacionales y extranjeros, realizan lecturas y llevan la poesía a centros escolares.
¿Cuál es su mayor extravagancia?
Soy vanidosa. Me gusta ponerme buenos perfumes y tintes de pelo. Son lujos que para mí son extravagancias.
¿Cuál es su miedo más grande?
Ya pasada cierta edad nos sentimos incapaces de ciertas cosas. Tengo el miedo a estar enferma, a no poder hacer las cosas que siempre he podido hacer, a no poder valerme por mí misma.
¿Qué o quién es el más grande amor en su vida?
El amor a la vida, a la familia, a las buenas amistades y hasta a las buenas lecturas.
¿Quiénes son sus poetas favoritos?
Alejandra Pizarnik, Alfonsina Storni, Jorge Luis Borges, Julio Cortázar y de los nacionales me gusta mucho Otoniel Guevara.
¿Qué le hace falta?
No me hace falta nada. Siento que estoy completa. Me realicé como mujer. Fui mamá, fui esposa. He cumplido todos mis objetivos.
¿Cómo le gustaría ser recordada?
A través de Leyla porque por ella he vivido los últimos 25 años. Quisiera ser recordada a través de ella y no por Argelia.
¿Usted cree en la inmortalidad del alma?
Es algo difícil de responder. Puedo decir sí y no. Como nunca me he muerto no puedo decir qué pasa después de la muerte. Lo que sí te puedo decir es que el alma de mi hija en mí puede estar presente-ausente. Es contradictorio, pero así lo siento.