No quería que el viaje de vuelta terminara nunca. Quería que pudiéramos pasar el resto de la vida en ese vehículo, sin llegar a ninguna parte, nada más manejando en silencio, viendo valles y cerros.
Opinión
Entonces, no veamos los daños de agua y fuego como venganza o castigo de la naturaleza al respondernos con huracanas, precipitaciones, e incendios.
Hay cientos de títulos interesantes que jamás serán vendidos en nuestro país y que, de serlo, tendrían un costo elevado para quienes leemos.
Opino que no debe leerse para saber más, sino para desconocer menos. Para no enfermarnos de ignorancia.
Al terminar de escuchar Lágrimas en la lluvia, hice un balance positivo de la experiencia, no solo porque me gustó la obra, sino porque en pocos días había terminado de “leer” un libro completo.
Deben leerlo las nuevas generaciones por su estética y para ir al encuentro de nuestra identidad cultural.
Nostalgias aparte, la DPI tuvo serios tropiezos de diferente índole en el último par de décadas. Jamás supo adaptarse a los cambios tecnológicos y modernizar sus publicaciones.
Cuántas vidas se hubieran salvado en estos últimos años, tras acordar en fin del conflicto bélico, de haber prestado atención a los niños de esos primeros tiempos.
La emoción que me causó fue tan profunda que cuando lo terminé, cerré la contratapa y me quedé viendo la edición con una serie de emociones y pensamientos corriendo a mil.
La compasión nos permite empatía. Y esta es generadora de paz interior, la ruta más corta para la convivencia.