Por: Ronald Portillo

Raíces en la lengua

En la comunidad se ondea la idea de que hablar inglés en público da “prestigio”. Es una preconcepción bajo la lógica: el idioma es la entrada a este entorno social.

Valemos

La mejor manera de callar las bocas sucias que nos insultan, más que con argumentos, es con hechos que confirmen que los salvadoreños valemos la pena.

Futuro nublado

¿Puede nuestro país recibir con dignidad a los hijos que un día expelió? La respuesta es más que obvia. Lo cierto es que muchos salvadoreños como Marvin no tendrán una noche tan buena este 24 de diciembre.

Distancia amarga

Desde esta parte del mundo he aprendido que la muerte de un ser amado sabe más amarga con la distancia. Que la impotencia de no poder satisfacer la necesidad (quizá egoísta) de decirle adiós a la materia es fustigante

Odio, muerte e impunidad

Tenemos dos huérfanos más que, para nuestros fosilizados políticos, serán dos insignificantes números en sus estadísticas. Son dos niños más que acaban de perder la inocencia.

Prioridades

Es una pena que las iglesias, con todo el poder e influencia que tienen, no tengan el valor que tuvo el Jesús que predican para señalar lo que de verdad le hace mal a nuestra sociedad.

En el limbo cultural

El sentido de pertenencia se congestiona cuando se está lejos de la tierra donde uno enterró el cordón umbilical. Se ama tanto el nido de donde se voló que nunca se puede terminar de llamar hogar al destino extranjero.

Piel sospechosa

Fue un momento de caricatura, una burda expresión de racismo, de odio. La mujer quiso dejar claro que los que no tenemos la piel nívea como la suya le repugnamos. Y lo logró.

Lidiar con el racismo

No podemos evitar que nuestros jóvenes sigan exponiéndose a esas situaciones, así que les damos herramientas legales para que no se olviden de que valen tanto como cualquier otra persona, y para que exijan que se les respete su dignidad.

Inconsciencia

Sobresueldos, plazas fantasmas, seguros médicos privados, camionetas suntuosas, guardaespaldas, puestos para sus familiares y allegados, partidas secretas, dietas ostentosas… La lista de su traición es tan grande como su doble moral.