#MagisterioEnCrisis

Esperar 15 años por una plaza

La que hasta ahora ha sido la pensión mínima de los docentes, $207, no alcanza para cubrir la canasta básica, que en 2020, alcanzó los $209. Muchos, aunque ya están en edad de retiro, siguen trabajando. Esta es una de las razones por las que un docente recién graduado tiene que esperar más de 15 años por la asignación de una plaza. Este mes, entra en vigencia el aumento de $97 a la pensión mínima. Eso, sin embargo, no es suficiente para motivar el retiro, pues los docentes están a la espera de una reforma al sistema de pensiones. Además, los expertos afirman que ese aumento no es sostenible.

Enseñar y tener miedo

David y sus compañeros de trabajo pagan, al mes, $400 de renta a la pandilla de la zona. Lo hacen porque es la única manera de trabajar con la garantía de que ahí no van a ser asesinados. Con la llegada de la pandemia y las clases a distancia, los docentes han tenido un respiro. Durante estos meses, no han pagado las “cuotas”. Pero, al volver, no saben si la pandilla va a pedir el dinero acumulado en este tiempo, que serían unos $4,000. Ante el “inminente retorno” a las clases presenciales, en su protocolo, el MIDEDUCYT no contempla cómo abordar las extorsiones.

Educar sin recursos y sin acompañamiento

En 2020, en el ramo de Educación, Ciencia y Tecnología, se destinaron más de $3 millones para la profesionalización docente. La intención: formar docentes de calidad para elevar la valoración social de la profesión. Y, aunque sí se imparten capacitaciones, charlas y talleres, estos parecen estar alejados de las realidades que se viven en el aula y, ahora, en la distancia.

Un salario digno cuesta media vida

A meses de llegar al segundo año en el poder, el gobierno de turno parece haber olvidado una de las metas educativas establecidas en el Plan Cuscatlán: La dignificación del magisterio. Y, de forma más concreta, la “revisión y equidad salarial”. El aumento que se aprobó para este año, en caso de crisis fiscal, puede ser retirado, dicen los expertos. Esta es la primera de cuatro publicaciones en las que, desde voces expertas y testimonios, se busca mostrar que la crisis de los docentes es, también, la crisis de la que no sale la educación pública.