La vida, la vida humana es mi posesión más preciada
Frank Lozano es un baterista salvadoreño. Junto al bajista Marcial Amaya, forma el veterano dúo de música experimental 3 Ramas del Árbol, que acaba de lanzar su tercer disco de estudio, “Cosmonautas del tiempo”. El material exigió toda una década de gestación. Con una carrera de 19 años en la música, Frank se ha ganado el respeto de la escena salvadoreña a pesar de lo radical de su propuesta.
¿Cuál es su posesión más preciada?
La vida, la vida humana.
¿Qué tiene la batería para elegirla?
El manejo del ritmo y del tiempo, dos cosas importantes en la vida, que no se limitan a la música.
¿Se considera una persona inteligente?
No. Prefiero decir que soy alguien que, humildemente, busca la sabiduría.
¿Qué aprendió de su peor fracaso?
A renacer, como el ave fénix.
¿Qué le gustaría que dijera su epitafio?
“Soy un árbol itinerante, caminando por la vida, enamorado de la luz”.
¿Qué consejo se daría?
Que siga siendo el inadaptado que soy.
¿Cuál es su miedo más grande?
No poder salirme de la corriente, seguir mi propio camino.