Por: Mariana Belloso

Verdadero civismo

Sí es su problema si algo va mal, porque si este carro se descarrila, nos descarrilamos todos con él. Sea un buen ciudadano, practique un civismo real, un civismo útil. Preocúpese por su país, por su casa, ayude a mejorarlo.

Somos mejores que eso

Somos más que una voz que, tras un teclado y con la protección de una pantalla, grita improperios y repite mentiras para favorecer al poderoso de su preferencia.

Educación sexual y privilegio

Piense en todas esas pobres muchachas de cantones que en su vida han escuchado siquiera el nombre real de las partes de su cuerpo. Piense en todos esos niños que aprenden de sexo porque ven a sus familiares teniendo relaciones en la champa en que conviven con otras 10 personas. Ellos son mayoría, ellos son víctimas, a ellos nos debemos.

El valor de la vida

La vida pierde valor cuando estás en tu humilde puesto de venta a la orilla de la carretera, con tu bebé de solo cuatro meses de edad, y ambos mueren al ser atropellados por una camioneta que se salió de la carretera.

Procesos truncados

En mis casi 20 años de ejercer el periodismo he visto cómo los aspirantes a diputados, alcaldes o presidentes llenan plataformas de campaña con cosas irrealizables.

No, tu pleito no es conmigo

Porque para erradicar la violencia de género, el abuso de poder y los feminicidios no basta con que yo grite, patalee y escriba sábanas y sábanas de textos.

El moribundo

Cada día es más común que las víctimas de la delincuencia y de la criminalidad sientan que deben tomar la justicia por su cuenta. La población, harta de ser víctima, celebra a quienes logran defenderse y aplaude la muerte de los delincuentes.

8M

Escribo en El Salvador, un país donde no hay un manual de educación sexual en las escuelas porque cuando se intentó lanzar, se opusieron los sectores conservadores cercanos al poder.

Malas madres

Son comunes después del parto los cambios bruscos en el estado de ánimo, la ansiedad, el malestar por la falta de sueño. Generalmente esto dura poco tiempo y se supera, pero cuando esto se prolonga o agrava, se habla de depresión posparto.

La patria ajena

El país es hostil para propios y ajenos, para nacionales y extranjeros. Es difícil vivir aquí, aun para quienes hemos aprendido a sobrellevar nuestra realidad de inseguridad, de inequidad, de injusticia, impunidad y fallas institucionales.