La literatura a futuro
Imagino ese futuro de la literatura y veo un mundo donde habrá mucha lectura rápida, pero que no calará en la gente.
Imagino ese futuro de la literatura y veo un mundo donde habrá mucha lectura rápida, pero que no calará en la gente.
Las guerras nunca las gana nadie. Perdimos más de lo que nos damos cuenta, más de lo que queremos admitir. Todos perdimos. Y esas pérdidas son las que nos vinculan.
Es indignante que nuestros impuestos no estén siendo usados para cuidar nuestro patrimonio impreso, nuestra historia y nuestra memoria como corresponde, que también para eso se pagan.
Todavía es tiempo de evitar que nuestra casa, la Tierra, sucumba a las llamas. Toca actuar. De inmediato. Porque cada minuto cuenta.
Sancionar toda la literatura del pasado y medirla de acuerdo a la corrección política actual es injusto y demuestra desconocimiento.
No es fácil, para ninguna mujer, leer este tipo de denuncias. Al hacerlo, resulta inevitable recordar nuestras propias vivencias, nuestros momentos difíciles en espacios laborales, familiares o sociales.
El lector nacional prefiere los métodos tradicionales de compra y no termina de subirse al carro del comercio electrónico.
«Las palabras son más terribles de lo que me sospechabA. Mi necesidad de ternura es una larga caravana… sé que escribo bien y esto es todo. Pero no me sirve para que me quieran».
“Guanaco To English” es también un importante esfuerzo para rescatar del olvido algunos vocablos que se escuchan cada día menos.
¿Nos olvidaremos de la escritura íntima, reposada, que resuma la evolución de una visión de mundo, la búsqueda de una voz personal, la construcción de un lenguaje propio?