Desapariciones

A los desaparecidos se los traga la tierra

Entre enero de 2018 hasta octubre de 2019, la Fiscalía General de la República (FGR) ha localizado unas 139 fosas clandestinas en El Salvador. La mayoría de estos hallazgos ha sido producto de la información proveniente de un testigo criteriado: una persona que ha participado en delitos y, a cambio de beneficios, ha decidido colaborar con identificar los lugares de donde han sido inhumadas las víctimas. Muchos de estos restos humanos se convierten en la respuesta a las plegarias de las familias de personas desaparecidas.

Un laberinto de torturas

El acompañamiento que las instituciones estatales están obligadas a dar a los familiares de desaparecidos debe ser integral y esto incluye el acceso a la salud mental. Las víctimas invierten días, años y meses, en las búsquedas y pocas veces encuentran a un personal que las escuche y les diga que hay profesionales que pueden tratar sus emociones. El Salvador no cuenta con un protocolo para estas atenciones.

Ser niño en el Triángulo Norte y desaparecer

En el Triángulo Norte desaparecen niños sin dejar ningún registro. La región, compuesta por El Salvador, Honduras y Guatemala es un corredor de migraciones forzadas y violencia en donde todavía no se tipifica como delito la desaparición por causas actuales. En el marco del Día del Niño y a pocas semanas de que la Convención Internacional de los Derechos de la Niñez cumpla 30 años, aquí se analizan los resultados de los mecanismos de alerta temprana por menor de edad desaparecido que estas naciones han creado. A la región, sin embargo, le sigue faltando descentralizar recursos y sistematizar la coordinación para buscar y rescatar.