El Chaparral, monumento al fracaso
No hubo ni una sola mención a El Chaparral en la presentación del informe “El Salvador productivo, educado y seguro 2014-2019” del presidente Sánchez Cerén. Un fracaso no solo de esta administración.
No hubo ni una sola mención a El Chaparral en la presentación del informe “El Salvador productivo, educado y seguro 2014-2019” del presidente Sánchez Cerén. Un fracaso no solo de esta administración.
No es fácil mantenerse en la cima. Siempre en disputa del último tema en boga. Al final de cuentas, la comunicación sí es más horizontal que en el pasado.
A muchos les pareció molestar que quien hiciera la solicitud de perdón no fuera un indígena sino que una persona con apellidos españoles y hablando castellano. Alguien que le debe algo a la colonia.
Y así sigue siendo en muchos de nuestros pueblos, cuando un extraño llega a preguntar sobre cualquier tema, siempre lo llevan donde un viejo.
Ante este panorama, de entrada, hay que exigir más al nuevo inquilino de la Casa Presidencial. Dudar. Siempre dudar.
Esta columna, publicada por primera vez en junio del año pasado, resume bien lo que quedan a deber todas las medidas que se han tomado hasta el momento en torno al acceso al agua.
La mayoría se ha esforzado toda la vida para no tener nada seguro durante sus últimos años. Así es la economía que marca la vida en el país: una que te exprime cuando sos útil y te desecha cuando no te quedan más fuerzas.
No hay cómo pedirle a los migrantes que se queden porque no existen las condiciones para ello. No hay siquiera un proyecto de país.
“Con eso muchos nos dimos cuenta de que ya no respetaban nada”, me dijo un hombre que en 1980 era solo un muchacho que se unió a esa insurgencia. Mi madre fue solo una más de las que se movilizaron después de la muerte de Monseñor.
Repercusiones más allá de lo que presupuestaba quien ideó la nota. En El Salvador pocas cosas parecen importan menos que la historia sobre los orígenes del Estado y su formación.