La ausencia entre rincones y objetos
El cuarto con la ropa intacta desde hace tres años, la cancha de la colonia donde hubo goles y el parque citadino que marcó una relación de madre e hijo; cada uno de estos lugares representa un dolor difícil de nombrar y que –con los días, los años– va creciendo. Hay objetos que, como un ritual, las familias de Emilio Bolaños, Jocelyn Cisneros y Heriberto Antonio González, desaparecidos entre 2010 y 2019, conservan a la espera de una señal. La Fiscalía General de la República dice que hay familiares que intentan mantenerse serenos ante una desaparición. Mientras que, desde la psicología, se identifican traumas con el paso del tiempo, ya que hay quienes, incluso, ponen en la mesa el plato de comida del desaparecido.