Comunidades intoxicadas

Las dos pandemias que se cruzan en Jiquilisco

El de los pacientes con enfermedad renal crónica es uno de los sectores vulnerables a sufrir las peores consecuencias del covid-19. En Jiquilisco, municipio costero de Usulután, se juntan ambas enfermedades en una población que ya tenía una alta tasa de pobreza multidimensional y a la que la cuarentena, además, ha dejado sin posibilidad de generar ingresos y recluida en casas que no cumplen los criterios para ser calificadas como dignas.

Los vecinos del Sur de Honduras tienen dañados los riñones

La costa centroamericana del Pacífico está plagada de comunidades en donde la gente vive marcada por la enfermedad renal crónica. A este diagnóstico numerosos estudios le han agregado dos palabras: no tradicional. Quiere decir que no está precedida por otras enfermedades de base y, además, aparece a edad más temprana. Los afectados coinciden en trabajar en actividades agrícolas y en residir como vecinos de cultivos masivos. Por esta enfermedad se muere gente pobre, con baja escolaridad y de zonas rurales. Es el primer capítulo de una serie de cinco que abordará el fenómeno en toda la región. Este es el de Honduras.