¿Alguna vez se ha sentido traidor?
Sí, cuando me he visto obligado a abandonar un proyecto fundamental en mi vida.
¿Qué es lo más importante en su código ético?
Tener siempre como correlato de mis opciones y decisiones a los otros. Nunca hay que obrar solo desde la individualidad.
¿Qué es lo que recuerda de sus primeros años en la escuela?
Guardo con mucho cariño la dedicación y esmero de una buena maestra. Era profesora y directora de mi escuela. Se llamaba doña Graciela.
¿Cuál es su concepto de transparencia?
Es estar dispuesto, de buena forma, a dar cuentas y responsabilizarnos de nuestra vida pública.
¿Qué es lo que más le falta al sistema educativo salvadoreño?
Docentes motivados y comprometidos con poner al centro de sus preocupaciones la atención y realización de las necesidades específicas de los niños y las niñas.
¿Qué banda sonora le podría a la película de su vida?
“La cabalgata de las valquirias” de Richard Wagner.
¿Qué necesitan los jóvenes salvadoreños?
Oportunidades y espacios de participación reales, no ficticios.