El puerto está vacío. Este gigante blanco con tecnología de punta y que ha costado a los salvadoreños en torno de los $200 millones, el puerto de La Unión, está vacío. Todo aquí, arrullado por el incesante siseo del mar, tiene esa doble inmovilidad de las cosas que están hechas para moverse y no lo hacen.
Nada parece romper con la monotonía de asfalto. Nada excepto un barco de grandes dimensiones anclado en su muelle. Este, sin embargo, no ha llegado para descargar o surtirse de mercadería.
Se trata del buque tanque Guazapa I, de bandera panameña, acondicionado para transportar derivados del petróleo. Con una longitud de proa a popa que alcanza los 81 metros, casi el equivalente a una cancha de fútbol reglamentaria. Su presencia se impone sobre las aguas junto al muelle, al que arribó el 15 de octubre de 2015. Y del que no se ha movido desde entonces, hace un año y medio ya. Ha pasado tanto tiempo ahí que incluso se puede ver desde Google Maps.
Eso a pesar de que la Autoridad Marítima Portuaria de El Salvador, que se encarga del registro y la autorización de naves en el país, le ordenó ya varias veces que zarpe del puerto por no haber regularizado su situación. Sin embargo, el barco todavía continúa ahí. ¿Han sido las autoridades demasiado laxas en el caso? Y, si es así, ¿por qué?
La empresa que es su dueña es la panameña Guazapa, S.A. (documento 1) Esta compañía es una de las offshores (empresa cuya característica principal es que está registrada en un país en el que no realiza ninguna actividad económica) de ALBA Petróleos de El Salvador inscritas en ese país centroamericano.
Y la nave es la única de la que es propietaria, como se comprueba en el registro marítimo de Panamá y en los datos (documento 2) de la Organización Marítima Internacional (IMO, por sus siglas en inglés). Tampoco aparece como agente naviero o ship manager de ninguna otra. Su única fuente para generar ingresos, por tanto, está anclada en el golfo de Fonseca.
En su junta directiva se repiten dos de los nombres que aparecen en la de Atlantic Pacific Logistic, que se presenta a sí misma como la empresa especializada en los negocios internacionales de ALBA. Uno de estos nombres es el de José Mauricio Cortez Avelar, el presidente de ambas compañías y un notario fuertemente vinculado a la entidad de economía mixta. El mismo que ha firmado todos los documentos enviados por Guazapa a la Autoridad Marítima Portuaria.