Los medios de la familia presidencial nicaragüense

A través de compras, asociaciones e inversiones en medios de comunicación, la familia presidencial nicaragüense pretende controlar el contrapoder de la prensa y centraliza la información en la vicepresidenta, Rosario Murillo, como una forma de afianzar su poder político y económico.

Fotografías de Archivo

Asunto de poder. La empresa Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (TELCOR) funciona bajo las órdenes de la pareja presidencial.

Cuando Daniel Ortega retornó a la presidencia de Nicaragua en 2007, la familia presidencial nicaragüense no contaba con el control mediático en el país, particularmente de los medios televisivos. Solamente tenía a su alcance el Canal 4, la Nueva Radio Ya y Radio Sandino, pero no eran suficientes para controlar la opinión pública.

Hoy, de nueve canales en televisión abierta (VHF) que existen en Nicaragua, ocho son controlados por la familia Ortega-Murillo, que dirige los canales 4, 6, 8 y 13 y dirige el sistema informativo de Canal 2. El otro grupo de medios los controla el empresario mexicano-estadounidense Ángel González (canales 2, 9, 10 y 11) y que también se considera como dentro de los medios afines a Ortega.

“La familia Ortega Murillo ha acaparado medios de comunicación desde que se dio cuenta del papel que estos juegan para el ejercicio del poder. Desde afianzar sus programas hasta limitar que otros actores puedan expresarse”, asegura Guillermo Rothschuh Villanueva, quien ahora funge como director del Observatorio de Medios. Antes, Rothschuch fue jefe de la Dirección Nacional de Medios de Comunicación durante el primer gobierno de Daniel Ortega, en la década de los ochenta.

Aunque el artículo 68 de la Constitución Política de Nicaragua asegura que el Estado debe vigilar que los medios de comunicación no sean sometidos a intereses extranjeros, los oligopolios de Ortega y González se fortalecieron, violaron cualquier normativa, asegura la investigación “Entre la Censura y la Discriminación: Centroamérica Amenazada”, de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias, AMARC.

Por ello, había apremio para crear un sistema de medios propios, –medios de la familia y la comunidad–, como les ha nombrado Rosario Murillo, vicepresidenta de Nicaragua. Así, ha sido notoria la inversión de la familia presidencial en el fortalecimiento, compra y creación de medios de comunicación. A ello, se suma el control de los medios privados y el uso de la publicidad como premio-castigo.

La compra. El punto de inicio de toda la estrategia fue cuando en 2010 se materializó la compra de Canal 8. Carlos Briceño Lovo, expropietario, confirmó la venta del canal en enero de 2010.

El modelo de comunicación implementado por Daniel Ortega y Rosario Murillo busca que los medios de comunicación dejen de ser contrapoder y convertirlos en vocerías oficiales para afianzar su poder político y económico.

Rothschuh Villanueva asegura que la Empresa Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (TELCOR), que debiera supervisar a estos medios, históricamente “ha funcionado supeditado a los intereses del Ejecutivo”.

Orlando Castillo, director del Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (TELCOR) y exgerente de Canal 4, ha sido “condescendiente al otorgar nuevas licencias y favorecer así a quienes lo pusieron en el cargo, impulsando en la práctica un proceso discrecional de asignación de frecuencias a favor del duopolio mediático”, aseguró el reconocido periodista Carlos Fernando Chamorro.

El punto de inicio de toda esta estrategia fue cuando en 2010 se materializó la compra de Canal 8. Carlos Briceño Lovo, expropietario, confirmó la venta del canal en enero de 2010.

Briceño no quiso revelar a quiénes les había vendido la empresa de televisión, pero el cambio fue notorio. Cuando se concretó la transacción, no solo cambió de imagen la empresa. La parrilla de programación empezó a retransmitir las noticias de Telesur y los noticieros del canal a proyectar los logros del gobierno de Ortega y de su esposa, Rosario Murillo. Pocos días después, Rafael Paniagua, gerente de Albanisa, revelaría que Albanisa había comprado el Canal 8.

La compra de la empresa de televisión osciló entre los $10 millones. Alba Petróleos de Nicaragua, S. A. (Albanisa) es una entidad mixta venezolana-nicaragüense, creada en 2007 para administrar los fondos que Nicaragua recibe de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA). Con la bonanza petrolera, Albanisa creó un portafolio de negocios privados, vinculados a la familia presidencial de Nicaragua, entre los que destacan plantas de generación eléctrica, exportaciones agropecuarias, transporte, equipos de construcción, finanzas, ganadería, importación y distribución de combustible, Hotel Seminole y Telenica Canal 8.

TELCOR registra en su sitio web a los Operadores de Servicios de Radiodifusión. La licencia de Telenica Canal 8 aparece a nombre de Televisora Nicaragüense, S. A., pero no hay detalles de sus accionistas. El único nombre que figura en los documentos públicos es el de José Jorge Mujica Mejía, en su calidad de apoderado generalísimo de Televisora Nicaragüense, S. A., señalado en diversas investigaciones periodísticas como testaferro de Daniel Ortega.

José Jorge Mojica Mejía es un personaje clave en los negocios de la familia presidencial. Fue miembro de la seguridad personal de Daniel Ortega. También figura en la Gaceta como rector de la Universidad de Tecnología y Comercio (UNITEC), a la que el Instituto Nicaragüense de Turismo (INTUR) aprobó el proyecto denominado Hotel Escuela Playa Marbella, representado por Cony del Socorro Mejía Zelaya.

El 21 de mayo de 2010, mediante la resolución administrativa n.º 254-2010, TELCOR autorizó la renovación de la licencia presentada por José Jorge Mojica Mejía, para continuar operando y prestando el servicio de Radiodifusión Sonora en Frecuencia Modulada (FM) como servicio de interés general, a través de la estación denominada Radio 1, utilizando la frecuencia 101.9 MHz. Posteriormente, se conoció que la empresa de televisión adquirió también la emisora ROCK FM que funciona en la frecuencia 105.3 FM, antes denominada Radio Tiempo. La Fundación Somos TN8 también está vinculada a Televisora Nicaragüense, S. A., cuya personalidad jurídica fue aprobada el 21 de marzo de 2012.

Fuera de ley. Los oligopolios Ortega y González violan las leyes, asegura la investigación “Entre la Censura y la Discriminación: Centroamérica Amenazada”.

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Otro negocio presidencial
Difuso Comunicaciones, también dirigida por Juan Carlos Ortega Murillo, hijo del presidente nicaragüense, Daniel Ortega, y de la vicepresidenta, Rosario Murillo, también ha sido favorecida por TELCOR de manera expedita, como ha señalado Guillermo Rothschuh.

Mediante una resolución de TELCOR se asignó a Difuso Comunicaciones el nuevo Canal 22, a solicitud de Danilo Rafael Lechado Cruz, en su calidad de representante legal de Difuso Comunicaciones, S. A.

En su resolución, TELCOR justificó que no hubo oposición a la solicitud presentada por Difuso y que esta cumplió con los requisitos técnicos y económicos, por lo cual decidió entregar la licencia.
La producción de los spot de la campaña 2016 del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y del Consejo Supremo Electoral (CSE), el órgano que organiza y dirige los procesos electorales en Nicaragua, estuvo a cargo de la empresa del hijo del presidente Daniel Ortega y de la vicepresidenta, Rosario Murillo.

En el canal de YouTube de Difuso Comunicaciones se puede ver una galería de videos, entre los que destacan la campaña “Orgullo de mi País”, spot de la campaña electoral del FSLN de 2016 y video musical del Consejo Supremo Electoral (CSE) para promover el voto.

La producción de los spot de la campaña 2016 del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y del Consejo Supremo Electoral (CSE), el órgano que organiza y dirige los procesos electorales en Nicaragua, estuvo a cargo de la empresa del hijo del presidente, Daniel Ortega, y de la vicepresidenta, Rosario Murillo. En el canal de YouTube de Difuso Comunicaciones se puede ver una galería de videos, entre los que destacan la campaña “Orgullo de mi País”, spot de la campaña electoral del FSLN de 2016 y video musical del Consejo Supremo Electoral (CSE) para promover el voto.

La nueva radio ya

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Viva Nicaragua
El 13 de junio de 2011, inició transmisiones el nuevo canal de la familia presidencial nicaragüense, Viva Nicaragua Canal 13, dirigido por Camila, Luciana y Maurice Ortega Murillo, hijas e hijos de Daniel Ortega y Rosario Murillo, 10 días después de que TELCOR autorizó la frecuencia.
Seis días después de autorizar la licencia de Viva Nicaragua Canal 13, el 9 de junio de 2011, TELCOR emitió una nueva resolución administrativa, en la que otorgó a la empresa CELESTE, S. A. la licencia del Canal 47 en la banda UHF.

Lo mismo ocurrió con otros medios afines como Viva Nicaragua Canal 13.

TELCOR no ha actuado con la misma celeridad con otras solicitudes de licencias. Radio Palabra de Mujer, ubicada en el municipio de Paiwas, Región Autónoma de la Costa Caribe Sur, tiene más de 10 años de estar tramitando una frecuencia. Otras emisoras locales, que prefieren no ser mencionadas, han hecho solicitudes y renovaciones de permisos, pero no han tenido éxito.

Edison Lanza, relator especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), es uno de los representantes de organismos internacionales que muestran su preocupación por el acaparamiento de medios de comunicación en Nicaragua, como lo expuso en el marco de la Conferencia de Periodismo de Investigación #Colpin2016, realizada en Panamá.

El periodista Carlos Fernando Chamorro al conocer la venta de la empresa de televisión Canal 8 a la familia presidencial, con supuesta inversión del Gobierno de Venezuela, decidió trasladar sus programas de televisión “Esta semana” y “Esta noche” a Canal 12, el único medio de televisión en señal abierta, que hasta la fecha, ha escapado del poderoso grupo amasado por Ortega.

Chamorro aseguró que lo más grave que ocurre en su país es que la Constitución señala que el Estado debe impedir la concentración de medios.
“Pero el Estado hace lo contrario. En este caso, el representante de la Empresa Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos, Orlando Castillo, más bien es cómplice o juez y parte. El Estado no solo no aplica la Constitución, sino que impulsa un proceso discrecional de asignación de frecuencias”.

El 31 de marzo de 2017 se transmitió la última edición del programa “Onda local” en Radio La Primerísima. La Asociación de Profesionales de la Radiodifusión Nicaragüense (APRANIC), propietaria de La Primerísima, notificó por escrito la cancelación de la transmisión de “Onda local”, un espacio de comunicación independiente, ajeno a intereses estatales, religiosos y corporativos.
El cierre de “Onda local” aparentemente fue una decisión de APRANIC, pero esto se debe, de acuerdo con el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) a que medios como este, que son críticos del Gobierno, son cerrados por no aceptar la difusión de su propaganda.

Encuentro. Carlos Fernando Chamorro calificó de «monólogo» la entrevista que el expresidente salvadoreño, Mauricio Funes, dio a dos medios nicaragüenses.

Así lo expresó el centro en una misiva enviada al relator especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Edison Lanza. La suspensión de “Onda local” no ha sido un caso aislado; es parte de la estrategia del gobierno de Daniel Ortega para acallar las voces críticas e instalar su discurso como verdad absoluta. Para lograrlo, emprendió un proceso de concentración y control de los medios de comunicación.

El gobierno de Ortega además de controlar casi la totalidad de los medios de comunicación, promueve el ahogamiento económico de medios, no investiga las agresiones hacia periodistas, cercena la información y no permite cobertura de medios independientes. Desde 2007, no hay periodista nicaragüense al que le haya concedido una entrevista, menos dar conferencia de prensa. En los actos públicos, recurrentemente mantiene una guerra verbal contra periodistas y medios independientes, llamándoles “agentes o peleles del imperio”.

La posición del gobierno de Daniel Ortega frente a estos señalamientos solo se conoce cuando tiene que comparecer ante instancias internacionales. El 7 de mayo de 2014, Nicaragua presentó en Ginebra, Suiza, su segundo informe en materia de derechos humanos como parte del Examen Periódico Universal (EPU). Igual que en 2010, países como Uruguay, Costa Rica, Estados Unidos, Austria e Israel recomendaron al Estado de Nicaragua garantizar el pleno ejercicio de la libertad de expresión y la pluralidad e independencia de los medios de comunicación.

María Elsa Frixione, de la delegación nicaragüense en Ginebra, respondió que en Nicaragua “no existe ningún tipo de censura a los medios de comunicación; ni se les impide su circulación y difusión”. Paradójicamente, ese mismo día fue cerrado el programa “Zona libre TV”, que transmitía Canal 7, cable local del municipio de San Rafael del Sur, Managua. El 5 de julio de 2017, el asesor para Asuntos Económicos del presidente Daniel Ortega, Bayardo Arce, arremetió contra Leonor Álvarez, periodista del diario La Prensa, y despejó cualquier duda sobre la posición del Gobierno nicaragüense frente a los medios independientes: “Olvídate del periodismo en que ustedes van a determinar lo que se publica o no. Ustedes no son los que mandan en el país”.


Este reportaje fue realizado en el marco de la Iniciativa para el Periodismo de Investigación en las Américas, del International Center for Journalists (ICFJ), en alianza con CONNECTAS.

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