Meridiano 89 oeste

La tela del tiempo

Quién iba a poder deducir entonces que esa gota de salsa de tomate duraría más que mi matrimonio o que el significado de esa mancha seguiría expandiéndose en el tiempo, cobrando un significado mayor en el futuro.

Imagen Autor
Investigadora y escritora radicada entre Madison, Wisconsin, y San Salvador

«Uno solo es capaz de notar que el pasado es hermoso porque nunca comprende la totalidad de una experiencia en su momento. Se expande más tarde, y por lo tanto no tenemos emociones completas en el presente, solo en relación al pasado». Leo este comentario de Virginia Woolf en el tercer volumen de su diario. Ella lo anota unos momentos antes de cenar, la noche del 18 de marzo de 1925.

Me la puedo imaginar luego de cerrar el diario, guardarlo y de ahí levantarse del escritorio antes de dirigirse al comedor. Mientras me cuesta entender las propuestas sobre el tiempo de los físicos teóricos como Stephen Hawking y Einstein, esta frase de Woolf sobre la simultaneidad del pasado, el presente y el futuro y el hecho que la experiencia humana no se limita al presente me parece lógica y muy cierta.

Pienso en la idea de Woolf de no poder comprender la totalidad de una experiencia en su momento mientras limpio una mancha pequeña en una pared de la cocina, que parece ser salsa de tomate seca de hace años. Lo más probable es que nació de alguna vez que mi (ahora ex) marido cocinaba los espaguetis italianos que tanto le gustaban.

Ahí quedó grabada la mancha en el continuo espacio-temporal. Quién iba a poder deducir entonces que esa gota de salsa de tomate duraría más que mi matrimonio o que el significado de esa mancha seguiría expandiéndose en el tiempo, cobrando un significado mayor en el futuro. Ahora la veo y esa manchita es un símbolo perfecto de la impermanencia de algunas relaciones y la acabo de borrar con un trapo.

Hace poco tuve otra experiencia parecida del tiempo cuando volví a ojear un libro sobre la artista Camille Claudel, que me regaló mi abuela, Stella, luego de un viaje a París. Ella siempre firmaba los libros con dedicatoria y por eso sé que consiguió el libro en una librería que se llamaba Bretanos, Avenue de l’Opéra, en noviembre de 1994. Mi abuela vivía su presente pero con la consciencia de que en algún momento futuro no me iba a poder comunicar más lo que estaba en ese mensaje; lo mucho que pensó en mí durante su viaje y que me quería mucho, muchísimo.

Aparte de saber que me fascinaba la escultora, ella intuía que en algún momento futuro, que ella no alcanzaría a conocer, yo iba a volver a abrir el tapete de ese libro sobre Camille Claudel y recordarla. Así como decía Virginia Woolf, la experiencia se expande más tarde y es hasta entonces que logramos notar lo hermoso que es el pasado. En este caso, lo bello que es tener entre mis manos un mensaje de mi abuela de hace 24 años como una muestra tangible de su vida y de su amor en el presente.

La experiencia humana se expande en el tiempo como estelas en el mar. Puedo pensar en otro ejemplo de hace un par de años cuando a mi hija se le clavó la idea de cultivar un jardín con vegetales y flores, y lo hicimos en el patio de la casa de mis papás. Durante ese proceso de cavar hoyos en la tierra recordé que la última vez que había cultivado un jardín fue con mi papá en el mismo lugar del patio cuando yo misma era niña.

Ahora yo era madre y lo hacía con mi hija. Pensé que para la tierra lo que apenas fue un instante de tiempo, fueron para mí 35 años. La experiencia de cultivar un jardín de niña al lado de mi papá se expandió en ese momento. Noto lo hermoso que fue el proceso de hacer el jardín con mi papá hasta 35 años después cuando lo repito con Lilli. Virginia Woolf tenía toda la razón.

Generic placeholder image
Séptimo Sentido

Séptimo Sentido les invita a que nos hagan llegar sus opiniones, críticas o sugerencias sobre cualquiera de los temas de la revista. Una selección de correos se publicará cada semana. Las cartas, en las que deberá constar quien es el autor, podrán ser editadas o abreviadas por razones de espacio o claridad.

ARTICULOS RELACIONADOS