“La búsqueda de verdad, de justicia, de reparación ha sido un largo proceso”

El presidente chileno, Sebastián Piñera, habla en esta entrevista sobre los pasos que se han dado desde que la democracia volvió a ser la manera en que gobierna en este país suramericano. Habla acá también sobre Bolivia y su petición de tener una salida al mar, que pase por Chile.

Fotografías de Agencias
Sebastián Piñera, presidente de Chile

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, condenó la negativa del Gobierno de Venezuela de aceptar ayuda humanitaria, consideró “absurda” la afirmación de Bolivia de que su país está obligado a negociar una salida al mar, y subrayó que con el candidato ultraderechista a la presidencia de Brasil, Jair Bolsonaro, tiene coincidencias pero también importantes discrepancias.
En una entrevista exclusiva con la agencia dpa al término de una visita a Alemania, Piñera reconoció, por otra parte, que las crisis que sacuden a varios países de América Latina y las tensiones comerciales a escala mundial afectan a Chile, pero afirmó que su país ha demostrado ser resiliente y que en Alemania recibió fuertes impulsos en materia de innovación.

Abordó con la canciller Angela Merkel la situación de Venezuela. Alemania se ha mostrado dispuesta a sumarse al Grupo de Lima que reúne a países que buscan una solución a la crisis económico-política de este país suramericano. ¿Respondió Maduro al pedido que usted formuló ante la ONU de que acepte ayuda humanitaria? ¿Sigue creyendo usted que la opción militar no es buena?
Maduro no ha respondido porque no hay peor ciego que el que no quiere ver ni sordo que el que no quiere oír. Y además de eso, nosotros creemos que la opción militar no es una buena opción. Sí creemos que tenemos que hacer todos los esfuerzos para ayudar al pueblo venezolano a recuperar su libertad, su democracia. Porque en Venezuela no hay democracia, hay una dictadura, no hay separación de poderes, ejecutivo, legislativo, parlamentario, no hay libertad de expresión, no hay Estado de derecho, no hay respeto por los derechos humanos; hay muchos presos políticos.
Pero además de la crisis política hay una tremenda crisis económica. La economía de Venezuela se está cayendo a pedazos. Todos los años es un país que se achica. Hoy día, el Producto Interno Bruto de Venezuela es la mitad de lo que fue hace 15 años atrás; pero además hay una crisis social, una carencia de alimentos, una carencia de medicamentos que le está costando la vida a muchos venezolanos.
Y por eso le hemos pedido a Maduro que abra el canal humanitario para poder llegar con ayuda, alimentos y medicamentos. Pero él se resiste y se niega a reconocer siquiera que hay una crisis humanitaria en su país.

¿Hay avances en el pedido ante la Corte Penal Internacional para que se investiguen crímenes de lesa humanidad en Venezuela?
Nosotros conocimos el informe de la OEA y del panel de expertos que indica que hay mucha evidencia de que se están cometiendo crímenes de lesa humanidad, y por esa razón un grupo de países entre los cuales están Colombia, Perú, Chile, Argentina Paraguay, presentamos este informe ante la fiscal de la Corte Penal Internacional y recibimos el apoyo de Francia.
Por supuesto que lo hablamos con Angela Merkel, nos gustaría mucho tener también el apoyo de Alemania porque eso es una forma clara y precisa de decirle basta a ese brutal atentado contra los derechos humanos que está ocurriendo en Venezuela.

¿Qué opinión le merece esta noticia de la muerte en dudosas circunstancias de un concejal?
Bueno hay evidencia de que ese concejal que fue detenido pocos días antes se habría tirado por un décimo piso. ¡Quién cree eso! Además hay evidencia de que habría sido torturado y por tanto ese es un tema que tiene que ser investigado, pero investigado de verdad por una justicia independiente, no por la justicia venezolana que es totalmente dependiente del Gobierno venezolano.

¿Y en el caso de que Maduro siga sin contestar, qué otro mecanismo se puede activar para que se genere cierto movimiento?
Nosotros estamos facilitándole la vida al pueblo venezolano porque está sufriendo mucho, pero haciéndole muy difícil la vida a los jerarcas de este régimen dictatorial como lo han hecho Europa, Estados Unidos, Canadá, congelando sus activos, impidiendo su libre movimiento. El Grupo de Lima, que es un grupo de países que se ha reunido para actuar en forma conjunta frente a Venezuela, está estudiando nuevas medidas, pero debo reconocer que hasta ahora ninguna ha sido eficaz.

Ha instado a Bolivia a pasar página sobre el litigio por la salida al mar. ¿Recibió su Gobierno la misiva de Evo Morales?
La recibimos.

Bolivia tiene acceso a perpetuidad al océano Pacífico a través de cualquier puerto chileno que Bolivia designe, tiene un trato preferencial en los puertos. De hecho tiene una ventaja enorme porque durante meses no paga por los servicios del puerto, por el almacenamiento de importaciones de las exportaciones e importaciones. Y la mejor prueba de ello es que más del 80 % del comercio boliviano que no sea con países fronterizos –porque eso es terrestre–, que sale por mar, sale por los puertos chilenos, teniendo opciones en puertos de Perú o en puertos fluviales hacia el Atlántico.

Más allá del fallo contundente de la Corte Internacional de Justicia, ¿entiende esta situación de “enclaustramiento” de la que se queja su par boliviano Evo Morales?
Bolivia es un país mediterráneo como muchos otros, pero el trato que Chile le da a Bolivia en virtud de lo que acordamos en el Tratado de 1904, y además por muchas facilidades que hemos dado después, es muy preferente. Bolivia tiene mucho mejor trato para su comercio internacional, para el acceso de sus exportaciones e importaciones al mar a través de puertos chilenos que el que determinan los acuerdos y el derecho internacional sobre la materia y mucho mejor que el que tiene la inmensa mayoría de los otros países mediterráneos.
Por ejemplo, Bolivia tiene acceso a perpetuidad al océano Pacífico a través de cualquier puerto chileno que Bolivia designe, tiene un trato preferencial en los puertos. De hecho tiene una ventaja enorme porque durante meses no paga por los servicios del puerto, por el almacenamiento de importaciones de las exportaciones e importaciones. Y la mejor prueba de ello es que más del 80 % del comercio boliviano que no sea con países fronterizos –porque eso es terrestre–, que sale por mar, sale por los puertos chilenos, teniendo opciones en puertos de Perú o en puertos fluviales hacia el Atlántico.
Y por tanto Chile siempre está dispuesto a conversar para facilitar su acceso al océano Pacífico, para buscar mayor integración económica, para colaborar en el desarrollo de Bolivia, para proteger y dar más seguridad a nuestra frontera. Pero como es evidente y natural, Chile pide que se respete el Tratado de 1904, y que Bolivia no tenga esta absurda pretensión a quedarse con territorio, mar o soberanía chilena.

El presidente Morales esgrime que la Corte reconoció que el Tratado de 1904 no solucionó cuestiones pendientes.
Lea al fallo de la Corte. El presidente Morales al principio hablaba de un informe, no es un informe, es un fallo, es una sentencia del máximo tribunal que tiene el orden internacional. Y el fallo es claro y categórico. Rechazó todas y cada una de las pretensiones bolivianas a acceder con soberanía a través de territorio y mar chileno.
¿Qué país del mundo está dispuesto a ceder su territorio, su mar y su soberanía cuando están parados tratados que fueron válidamente celebrados y que se encuentran plenamente vigentes? La Corte agregó que este fallo categórico que le dio la razón a Chile no obsta para que los países sigan conversando, pero de ahí a pretender que Chile tiene una obligación de negociar una salida soberana al mar, es decir que tiene la obligación de negociar una pérdida de territorio de mar o de soberanía o una división de su territorio, es absurdo.
Por esa razón, le hemos dicho a Bolivia que lea con más atención el fallo porque fue claro y categórico. Llevamos cinco años de litigio en la Corte Internacional de la Haya.

¿Qué pasos concretos va a tomar Chile, entonces?
Chile, y lo he dicho públicamente, sigue estando dispuesto a buscar soluciones, a buscar acuerdos para facilitar las cosas entre los países. Pero naturalmente, y yo quiero ser claro en esto, porque en el pasado cuando Chile ha conversado con Bolivia, Bolivia ha confundido lo que es una aspiración boliviana con un derecho boliviano. Y confunde lo que es una buena voluntad chilena con una obligación chilena. Esa ha sido la fuente de la confusión que fue absolutamente zanjada por la Corte Internacional de la Haya.
Y por lo tanto, nos parece razonable decirle a Bolivia: Chile siempre ha sido un país que busca la solución por el diálogo, en forma pacífica, que busca las mejores relaciones con todos sus vecinos, pero que protege su territorio su mar y su soberanía como lo hacen todos los países del mundo.

Presidente de Chile

La contundencia del triunfo de Jair Bolsonaro en la primera vuelta de las elecciones en Brasil ¿lo ve usted como un ejemplo de la madurez de la sociedad democrática de América Latina o ve más bien que es una señal de recaída a viejos caudillismos autoritarios?
El candidato Jair Bolsonaro aún no ha sido elegido, las elecciones son en un par de semanas más, y veremos qué decide libre y soberanamente el pueblo brasilero. Lo que yo he dicho es que con lo que el candidato Jair Bolsonaro ha planteado públicamente, yo personalmente tengo coincidencias y discrepancias.
Coincidencias en el terreno de las medidas económicas que aparte de la integración, desarrollo, reducción de impuestos, reducción del déficit fiscal, buscan mayor eficiencia en la asignación de los recursos públicos. Pero por supuesto que tengo, también, grandes discrepancias en otras afirmaciones que él ha hecho sobre, por ejemplo, la igualdad de género, el racismo, el concepto de diversidad, etc.

La crisis económica de un país vecino como Argentina y la incertidumbre política en Brasil, ¿afectan o benefician a Chile, en lo político pero en especial en lo económico?
Por supuesto que nos afectan. Y no para beneficiarnos. Porque generan efectos directos e indirectos. Pero Chile ha demostrado una tremenda resiliencia. Y es un país que yo siento y creo firmemente que está avanzando a pie firme hacia su gran misión: transformar a Chile, que fue la colonia de España más pobre. Y que se ha convertido con mucho esfuerzo y trabajo en el país con mayor ingreso per cápita, con mayor desarrollo humano.
Queremos transformar a Chile dentro de los próximos 10 años en un país desarrollado. Hoy día el ingreso per cápita de nuestro país son $25,000 a paridad cambiaria. La meta es dentro de ese plazo llegar a $35,000, es decir, transformarnos en un país desarrollado muy parecido a lo que tiene hoy día España y superando a muchos países europeos hoy.

Después de la reunión en la Casa Blanca ¿sintoniza con el presidente estadounidense Donald Trump? ¿Cree que Trump tiene una opinión acertada sobre qué es América Latina?
El presidente Donald Trump es el presidente de Estados Unidos. Chile tiene una excelente, larga y muy profunda relación con Estados Unidos. Estados Unidos es nuestro segundo socio comercial después de China, la Unión Europea es el tercero. Y por supuesto como todo en la vida, en algunas áreas tenemos coincidencias en otras tenemos discrepancias, por ejemplo, discrepancias en el terreno del libre comercio y el multilateralismo.

Presidente, el 16 de octubre se cumple el vigésimo aniversario de la detención del general Augusto Pinochet en Londres, a instancias del juez español Baltasar Garzón. ¿Cómo recuerda este hecho y qué supuso para Chile?
Yo en primer lugar, siempre he condenado todo atropello de los derechos humanos, porque los derechos humanos tienen que y deben ser respetados en todo tiempo, en todo lugar, en toda circunstancia. Esa fue una de las razones por la cual yo siempre fui un opositor al régimen militar que tuvimos en nuestro país.
Y es cierto que se cumplen 20 años de esa situación y quiero recordar que Pinochet fue detenido en Londres cuando en Chile ya teníamos una democracia, separación de poderes, un poder judicial autónomo e independiente. Por tanto en ese tiempo, el gobierno del presidente Frei –y yo en eso estuve de acuerdo– abogó porque pueda ser juzgado en Chile. Esa fue la posición que tomó el Gobierno de entonces de nuestro país, que estaba encabezado por lo que hoy día es la oposición a nuestro gobierno, en los tiempos del presidente Eduardo Frei.

La revisión de las violaciones de los derechos humanos durante la dictadura militar, ¿es un capítulo cerrado, las heridas han cicatrizado ya?
La revisión es un proceso que no termina nunca, por eso la búsqueda de verdad, de justicia, de reparación ha sido un largo proceso en nuestro país. Y sigue avanzando, hay muchas causas judiciales que están investigando los tribunales chilenos y permanentemente esas investigaciones terminan y los tribunales condenan a los que atropellaron los derechos humanos en tiempos del régimen militar.

Lo que pasó en materia de abusos sexuales contra niños y adolescentes es algo extraordinariamente grave e inaceptable. Ocurrió durante demasiado tiempo, estuvieron involucrados demasiados sacerdotes. Le causaron un tremendo daño a demasiados niños y yo siento que la jerarquía de la Iglesia católica no reaccionó como correspondía y hay una actitud que fue de negligencia, de encubrimiento y que hizo que esta situación se expandiera en el tiempo y también en el número de casos.

¿Existe el perdón entre la gente?
Mire, la gente en Chile yo creo que está reconciliada. Yo creo que ese es un problema más de las élites que de la gente común y corriente. Porque recordemos que el golpe de Estado ocurrió en Chile hace 45 años. Recuperamos nuestra democracia hace casi 30 años atrás. Y Chile es un país democrático. La forma natural de vida del pueblo chileno es la democracia y ya llevamos seis gobiernos democráticos después, que en forma muy ejemplar recuperamos nuestra democracia en ese plebiscito del 5 octubre de 1988 que decidió si Pinochet se quedaba o se iba. Yo creo que ese día fue un día luminoso, esperanzador para la democracia chilena.

Un tema de derechos humanos más actual, que tiene que ver con la Iglesia católica y los abusos de menores. Usted lo va a ver al papa Francisco en el marco de esta gira. ¿Qué le va a decir, le va a exigir que acelere las investigaciones, que tome medidas contundentes o le va a decir que es un asunto interno de la Iglesia católica en la que el Ejecutivo chileno no debe inmiscuirse?
Lo que pasó en materia de abusos sexuales contra niños y adolescentes es algo extraordinariamente grave e inaceptable. Ocurrió durante demasiado tiempo, estuvieron involucrado demasiados sacerdotes. Le causaron un tremendo daño a demasiados niños, y yo siento que la jerarquía de la Iglesia católica no reaccionó como correspondía y hay una actitud que fue de negligencia, de encubrimiento y que hizo que esta situación se expandiera en el tiempo y también en el número de casos.
No es un problema interno de la Iglesia porque se cometieron delitos. Cuando se comete un abuso sexual contra un niño en mi país es un delito y la Justicia chilena juzga por igual a todos, no hay nadie que esté por encima y por debajo del presidente ni tampoco miembro de Iglesia católica.
Naturalmente, yo condeno eso con mucha fuerza porque le causó un daño o sufrimiento muy grande a muchos niños, a sus familias y alarma a nuestro país. El papa Francisco al comienzo tomó una actitud distante, incluso declaró que uno los obispos que estaba involucrado era inocente, pero después cambió su posición, está tomando medidas y le ha pedido la renuncia ya a siete obispos.
De hecho todos están renunciando porque lo visitaron en Roma y le presentaron su renuncia todos los obispos chilenos. Pero ya se ha materializado la renuncia de siete de ellos. El papa va a seguir tomando medidas. Y por tanto voy a conversar este tema con el papa, por supuesto que sí, es un tema que le interesa a la Iglesia y que también le interesa a Chile. Y a mí me interesa en mi doble rol de católico observante y presidente de Chile.

Señor presidente, usted efectúa su segunda visita a Alemania como jefe de Estado chileno tras 2010. ¿Cómo están las relaciones entre sus dos países, tanto a escala económica como política? ¿Han cambiado desde entonces?
Chile siempre ha tenido una relación muy cercana, amistosa, franca y de colaboración con Alemania, pero ahora estamos llevando esa relación a una nueva etapa. Por de pronto, estamos buscando un nuevo acuerdo más integral más amplio, más profundo con la Unión Europea.
Con Alemania tenemos muchos frentes de colaboración y lo conversamos con la canciller Angela Merkel, en el terreno de las energías limpias y renovables, en el campo de la educación y la capacitación, del entrenamiento vocacional. Hemos firmado muchos acuerdos en este viaje, en varios terrenos distintos, en la cultura, las pequeñas y medianas empresas y las energías limpias y renovables.

Usted estuvo visitando Siemens (un centro de formación de tecnológica alemana). ¿Se puede extrapolar este modelo alemán de la formación dual a Chile?
Definitivamente sí. Fuimos a aprender más de esa experiencia porque Chile tiene un gran desafío pendiente que es hacer un salto copernicano en la calidad de la educación. Y no solamente en la educación humanista-científica, también en la educación técnico-profesional y en eso estamos colaborando mucho con el Gobierno alemán. Siemens tiene un gran liderazgo y experiencia en la materia.

Alemania es el primer socio comercial de Chile dentro de la Unión Europea, con un volumen de intercambio de cerca de los $3,500 millones en 2017. Sin embargo, las inversiones directas alemanas ascienden en total a $1,460 millones, solo 1.2 % del total de las inversiones directas en Chile. ¿A qué cree que se debe esto y cómo podría revertirse? ¿Qué puede ofrecer Chile?
Es verdad que nuestra relación con Alemania, nuestro comercio con Alemania es mucho más fuerte que lo que son las inversiones alemanas en Chile. También hay inversiones chilenas en Alemania. Lo que queremos hacer es que la integración sea total, no solamente de comercio de bienes y servicios, también integración de inversiones. Estamos buscando un acuerdo para evitar la doble tributación entre Chile y Alemania que es la gran causa que frena las inversiones alemanas en Chile, porque (las empresas) tienen que pagar impuestos dos veces.

¿Qué resultados tuvo hoy su encuentro en Hamburgo con directivos de la naviera Hapag Lloyd, resultados concretos de inversión o de ampliación de la cooperación actual?
Nos reunimos hoy con Hapag Lloyd, que es la quinta empresa de transporte marítimo más grande del mundo y que tiene entre sus principales socios a una empresa chilena. Y discutimos con ellos cómo fomentar más el transporte marítimo porque la economía chilena está creciendo nuevamente con mucha fuerza, la inversión está creciendo. Y en consecuencia, nuestro comercio internacional, exportaciones e importaciones están creciendo casi a dos dígitos y necesitamos mejores puertos.

Presidente de Chile
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