Carta Editorial

Cualquier protesta que busque llegar a CAPRES se topa con una barrera metálica con púas a media calle.

A este país no le sale un grito a una sola voz. La polarización política ha dividido y ha marcado con prejuicios también la toma de los espacios públicos para expresarse. El resultado es que las manifestaciones dan más de qué hablar por el tráfico vehicular que provocan, que por los motivos que las convocan.

Y no es que falten razones, sobran. Pero el ejercicio cívico y protegido por ley no acaba de instalarse más allá de los intereses puntuales de algunos. Casa Presidencial, pese a la pérdida de popularidad de las manifestaciones de este tipo, ya tiene redactado y oficializado un protocolo de actuación en caso de que alguna protesta se acerque demasiado.

El instructivo 001-2015 pertenece a la Comandancia General de la Fuerza Armada y delimita las acciones de la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO). Cualquier protesta que busque llegar a CAPRES se topa con una barrera metálica con púas a media calle, primero, y, en caso de que lleven algo escrito, una comisión lo entrega en una ventanilla. Esto en términos ideales. Si algo sale mal o se descontrola, el protocolo contempla el uso de la fuerza letal. En este contexto no hay quien busque empoderar a la sociedad civil para que demuestre no solo su sentir, sino que también su capacidad de convocatoria. Lejos de eso, se idean mecanismos y guías para contenerla bajo el argumento, como se lee en este reportaje de Valeria Guzmán, de garantizar la seguridad de los funcionarios públicos.

En esta semana que acaba, también se publicó una investigación del periodista Moisés Alvarado en las páginas de Nación de LA PRENSA GRÁFICA. Entre los objetivos que este especial alcanza en sus tres entregas está, primero, echar luz sobre la manera en la que se mueven grandes cantidades de dinero. En las publicaciones se sigue un rastro de documentos que da cuenta de movimientos oscuros o injustificados  alrededor de una de las figuras que más peso tiene dentro del partido en el gobierno, el FMLN: José Luis Merino, quien está al frente del Viceministerio para la Inversión y Financiamiento para el Desarrollo.  

El otro objetivo de la investigación periodística es explicar el sistema. Para poder detener las acciones sospechosas de ir contra el bien público y que pueden favorecer la corrupción, hay que saber cómo es el tablero sobre el que se mueven las piezas. Una sociedad civil informada al margen de ideologías políticas es la que está más capacitada para exigir un buen comportamiento de los funcionarios a los que elige y, en todo caso, también para elegirlos bajo mejores criterios.

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Séptimo Sentido

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