Buzón

El mercado de medicamentos de venta libre es muy competitivo debido a la falta de exigencia de receta que permite libertad de elección por parte de la población.

Buzón

Libre y sin control

El mercado de medicamentos de venta libre es muy competitivo debido a la falta de exigencia de receta que permite libertad de elección por parte de la población. La industria farmacéutica, encargada de la producción y comercialización de medicamentos, es uno de los sectores económicos más importantes del mundo. En El Salvador las disposiciones legales exigen registro de comercialización para los productos que van al mercado, pero los de venta libre se ofrecen en calles, mercados, autobuses y en cualquier lugar.

La Dirección Nacional de Medicamentos expone en algunos artículos de su normativa que “garantizará productos farmacéuticos de mayor calidad y hará asequibles los precios de los medicamentos”, pero luego autoriza a casi 500 propietarios de puestos en los mercados para la comercialización de medicinas sin supervisión, que no se sabe qué calidad es la que venden.

Siendo las medicinas un producto especial que pueden salvar vidas y mejorar la salud si se utilizan convenientemente, resulta también perjudicial y hasta letal si se usan de forma inadecuada. Es común entre los salvadoreños la automedicación y autoadministración de medicinas, sea porque leyó en internet, lo consultó con los abuelos o porque “es la misma que le cayó bien al vecino”, la fe hace ver eficacia en algunos casos, milagros en otros y hasta aparecen efectos placebos; de esa manera la enfermedad es un negocio para la industria farmacéutica y nos olvidamos de priorizar la salud como un valor preciado en las personas que debe ser tratado con estricto profesionalismo.

En el reportaje de Valeria Guzmán “Medicamentos que no curan” se logra percibir que hasta componendas pueden haber en el caso que allanan un negocio por irregularidades y sigue funcionando como si no pasa nada. Caemos en la cuenta que el riesgo siempre existe, por falta de supervisión y control, aunque haya una ley. Para el caso los fármacos con sildenafil son un albur para los consumidores y se venden sin receta médica como “pan caliente”, es un reto más para las autoridades competentes incorporar los medicamentos de venta libre a la regulación de precios y estándares de calidad igual que más de 7,400 ya regulados. Asimismo, hay 6,000 que no están reglamentados por ser de libre distribución. Lo que también sucede es que hay intercambio de productos farmacéuticos de venta ambulatoria entre los países y eso vuelve más complejos los controles.

Julio Roberto Magaña
[email protected]


Un relevo político

Se acerca el relevo de diputados y alcaldes y debemos ir analizando qué hicieron las personas a las que les dimos el voto en la contienda política anterior. Y hay que evaluar con los resultados y no con promesas ya que debemos evitar “tropezar de nuevo con la misma piedra”. Para liberarnos de toda la impotencia sufrida a la que nos ha sometido la clase política de turno por no lograr cumplir con lo prometido.

Es importante conocer la historia y trayectoria de los partidos políticos del país y conocer sus raíces, de dónde provienen, y si han cumplido lo que profesan para que, al momento de dar el voto, podamos elegir mejor de acuerdo con los intereses de la población.

Es de analizar que las élites políticas salvadoreñas, pese al grado de polarización mostrado en diversas formas, lograron consensuar para sacar la aprobación de la nueva ley de pensiones. Debido a la crisis de identidad política, la gente se mueve al vaivén de las promesas y se deja manipular por propuestas demagógicas de políticos ávidos de poder, ya que cuando inician se autodenominan redentores de la pobreza, desigualdad económica y social.

Leyendo la columna “Una vida sin políticos” de la comunicadora Leda Romero, me recuerda lo manifestado por el presidente Theodore Rooselvelt en 1906, de profundo significado y que anima a luchar y dedicarse de manera constante hasta obtener los propósitos trazados, evitando sobre todas las cosas el servilismo y el vivir de limosnas estatales: “He decidido no ser un hombre común, es mi derecho no ser alguien común si puedo hacerlo. Buscaré la oportunidad y no la seguridad. No deseo ser un ciudadano mantenido por el Estado, humillado y anulado por tener quién me cuide. Quiero asumir un riesgo calculado para soñar y construir, para fracasar y triunfar. Me rehúso a vivir solo llevándome la mano a la boca para comer, prefiero los retos de la vida a la existencia garantizada, la emoción de la plenitud a la calma anquilosada de la utopía. Nunca me inclinaré ante ningún amo, ni me doblegaré ante ninguna amenaza. Es mi legado pararme erguido, orgulloso y sin temor, para pensar y actuar por mí mismo y enfrentar al mundo audazmente y decir esto es lo que he hecho”.

Rutilio López
[email protected]


Injusticias de todos los días

En mi vida en los mercados he visto cómo la gente llega a tenerle mucha fe a la medicina que le venden del canasto o a la que le dicen “natural”. Nunca los he visto preguntarse por cuestiones de calidad ni nada.

Más los he visto dudar de la medicina “vencida” que les dan en los hospitales o de las “pastillas de azúcar” que dicen que les dan en las unidades de salud. Y es esta la fama que se han ganado los lugares públicos. Ahí la gente cree que solo hay matasanos, que no los curan, sino que solo los entretienen y que a esa gente que está ahí lo que le interesa es cualquier cosa menos curar. Por eso tiene tanto éxito el canasto y lo natural. No halla uno para dónde hacerse con un dolor bien puesto. No digamos con una enfermedad más complicada.

Es un crimen lo que hacen las altas autoridades de Salud desde hace décadas, así como lo que hacen los mercaderes de la salud que se aprovechan de la desesperación de los que en la ignorancia solo tienen la fe para conseguir algo de alivio, aunque sea falso. Gracias por los reportajes que hacen caer en estas injusticia que vemos pero que no analizamos.

Cristian Salazar
[email protected]

Generic placeholder image
Séptimo Sentido

Séptimo Sentido les invita a que nos hagan llegar sus opiniones, críticas o sugerencias sobre cualquiera de los temas de la revista. Una selección de correos se publicará cada semana. Las cartas, en las que deberá constar quien es el autor, podrán ser editadas o abreviadas por razones de espacio o claridad.

ARTICULOS RELACIONADOS