Buzón

El régimen democrático lo conforman un conjunto de procedimientos en donde la información debe ser la base mínima y la libertad en esa dirección es vital, pues solo cuando los ciudadanos están bien informados pueden involucrarse en la búsqueda de soluciones a sus problemas.

Buzón

Sin garantías

El régimen democrático lo conforman un conjunto de procedimientos en donde la información debe ser la base mínima y la libertad en esa dirección es vital, pues solo cuando los ciudadanos están bien informados pueden involucrarse en la búsqueda de soluciones a sus problemas; si la democracia exige transparencia, esta a su vez requiere de la participación ciudadana para poder custodiar el uso racional de los recursos financieros que son de su propiedad. Sócrates decía “que el hombre virtuoso era el llamado a gobernar”, pero en nuestro escenario político eso no encaja plenamente, salvo rarísimas excepciones, de ahí que la mayoría de funcionarios públicos actúan con mente altamente prejuiciada y apasionada a sus intereses, hasta con ignorancia e inepcia, y al ejercer el derecho a solicitar información les resulta urticante y hasta irritable a muchos de los que ostentan cargos.
En efecto, la clase de gente que llega a los cargos se vuelve el principal freno para la rendición de cuentas. Sin información y sin rendición de cuentas no puede haber transparencia y sin esta se anulan los principios democráticos. El acompañamiento del pueblo como lupa gigante no cae en gracia, prefieren lidiar con el encubrimiento antes que el pueblo se dé cuenta de sus malas jugadas, olvidando que ocultar es siempre una mala señal.
El título “El clamor de transparencia que llega desde una colonia que se inunda” que Glenda Girón deja ver no da la suficiente talla para ese indignante problema que corretea por todas las alcaldías del país; en unas más que en otras, existe el temor de entregar información porque luego lo que se desenreda son maniobras ilícitas con los erarios sobre lo que nadie tiene control. Con esas malsanas actitudes de los funcionarios, tanto los municipios como el Estado mismo permanecen sin garantía de futuro.
Al observar tantos desvaríos sin respuesta, la ciudadanía se ha ido resignando desde la comodidad de la indiferencia. Si las instituciones son públicas y manejan fondos del público, es una obligación que le rindan buenas cuentas al público, sin escudarse en que la información sea reservada o confidencial. Hoy día son contadas las alcaldías donde ejecutan cabildos, que por ley deben realizarse y no por conveniencia, sienten que es un acoso a su cargo y a todo lo que hacen; sin embargo, como el poder es adictivo, el voto sí lo piden sin reparo para su siguiente período.

José Roberto Magaña
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La carta hacia la Fiscalía

No soy periodista, pero sí un asiduo lector de Séptimo Sentido. Así que estoy de acuerdo en un 90 % sobre lo que escribe el periodista Héctor Silva Ávalos. Pero también hay que darle mérito al señor Douglas Meléndez, ya que a pesar de lo poco que gana, o el poco presupuesto que le otorga el gobierno central en el año, es allí donde está el cuello de botella para el fiscal y toda la Fiscalía, pues acordémonos que si un empleado está bien pagado, entonces este le será más fiel al patrono como tampoco le robará. Esto lo menciono como ejemplo por mi experiencia vivida dentro de mi profesión, ya que yo nunca trabaje para el Gobierno.
El señor Silva Ávalos dice en su artículo que el fiscal debería procesar a todos los funcionarios que no colaboran, a todos los bancos del sistema, también menciona que todos los bancos ven pasar mucho dinero y no le colaboran al fiscal. Bueno, entonces, esta es mi opinión: que el señor fiscal agote todos los medios a su alcance del poco dinero que le dan y procese a todos estos corruptos que existen en este país, incluyendo a sus propios fiscales y jueces de todo el país. Sobre lo de Mauricio Funes que menciona el señor Silva Ávalos, yo opino lo siguiente: como este señor fue el presidente por medio del partido FMLN, este señor fue factor importante para que este partido ganara en ese tiempo las elecciones presidenciales debido a sus programas televisivos que el conducía en el Canal 12, del cual era propietario mi amigo coterráneo Jorge Zedán, que en paz descanse. Él se ganó bastante popularidad por la crítica hacia los políticos millonarios de ARENA, ironías de la vida ya que ahora él se encuentra exiliado, en Nicaragua, por lo que él tanto criticaba.
En mi opinión, el señor fiscal tendría que enjuiciarlo penalmente para que puedan extraditarlo por medio de la INTERPOL, para que su conciencia lo ajusticie como le sucedió al señor Flores, a quien tanto criticó en sus programas televisivos.

Raúl Medrano Morán
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Recibir y dar

¿Cuándo fue la última vez que permitiste recibir? Esta es la pregunta obligada que debemos realizarnos, porque recibir no significa egoísmo, sino valorar lo que los otros nos dan. Pero para esto se necesita valentía para recibir la manifestación de lo deseado. 1.ª Samuel 1:20: “Si lo pedido con fe es bueno para ti y los demás, y lo ves manifestarse en tu vida… acéptalo, es tuyo”.
Uno de los grandes secretos es tener una actitud de agradecimiento para vivir en paz. Vivir en familia implica una construcción permanente donde cada uno de nosotros debe dar lo mejor de sí para el beneficio de todos, el valor principal para que las familias vivan en armonía es el amor. Muchas veces nos disgustamos con los demás por tener un punto ajeno al nuestro. Dar sin pedir nada a cambio es un regalo, que decidamos ser personas predispuestas a dar a los que nos necesitan y una simple actitud puede cambiar una vida. Quien da recibe lo mismo que otorga. Por eso este domingo me llamó la atención la columna “Aprender a recibir”, de la periodista Mariana Belloso, en la cual ella se ubica en la realidad que ha vivido y son pocas las personas que lo hacen. Ese valor es de admirar y servir de ejemplo para que otras personas no se olviden de sus raíces.
Una paradoja que nos puede parecer contradictoria es que es mejor dar que recibir. Lo mismo sucede con las personas que viven dando a los demás, viven y hacen vivir; lo contrario son los que reciben, guardan y no dan. Se parecen al agua estancada que muere y causa la muerte a su alrededor. Pensamos que cuando damos nuestro dinero, tiempo y honor, nos empobrecemos, porque los demás se quedan con lo nuestro y nosotros nos vamos quedando pobres, pero es exactamente lo contrario. El que acumula para sí solo llama a gritos a la infelicidad y esta llega. El que reparte abre la puerta a la felicidad.
Acaparar y ser egoístas nos cierra la puerta a la felicidad.

Rutilio López Cortez
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Séptimo Sentido

Séptimo Sentido les invita a que nos hagan llegar sus opiniones, críticas o sugerencias sobre cualquiera de los temas de la revista. Una selección de correos se publicará cada semana. Las cartas, en las que deberá constar quien es el autor, podrán ser editadas o abreviadas por razones de espacio o claridad.

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