Buzón

A nadie escapa que uno de los problemas pendientes de resolver por las autoridades correspondientes –no digo competentes– es la insoportable congestión vehicular a la que la ciudadanía se somete a diario …

Buzón

Anarquía vehicular

A nadie escapa que uno de los problemas pendientes de resolver por las autoridades correspondientes –no digo competentes– es la insoportable congestión vehicular a la que la ciudadanía se somete a diario no solo en la ciudad capital, sino en infinidad de sitios donde se vuelve imposible transitar con fluidez con las consabidas consecuencias que esto trae en el ritmo cotidiano de toda la nación.
Vemos que eso es grave en el Área Metropolitana del Gran San Salvador donde circula la mitad del parque vehicular, pero también resulta no menos tedioso caminar en puntos como Los Chorros, donde el nudo atrasa a todos los que intentan llegar a la hora a sus labores. La anarquía vehicular es espantosa en este país donde cada quien hace lo que se le antoja, aparte de los cafres intolerantes que plagan las calles y carreteras.
Sigfredo Ramírez desgrana en su columna ese descalabro que se vive todos los días bajo el epígrafe “Una calle sin salida”, y hace una abierta alusión a esa inmensa traba que se desborda en trabazón y afecta a los ciudadanos, que al final son los que siempre menos interesan a los regentes. Así como se comporta de colapsado el tráfico ni los horarios escalonados son potenciales paliativos. Es tiempo ya de restringir el ingreso de tantos vehículos dañados que entran y luego se convierten en chatarras que estorban a otros países, aparte de la contaminación perenne que representan. A todo esto hay que agregarle los trabajos que se ejecutan, las protestas por falta de agua, las manifestaciones diversas, los accidentes y hasta por derrames de excremento. Las condiciones del tráfico en que se encuentra San Salvador exceden generosamente las capacidades de un VMT que es bien poco lo que ha hecho para mitigar la situación que hoy comentamos, la congestión de vehículos sigue adelante sin que haya preocupación por ese desborde de irregularidades; es una crisis que no importa a las instituciones que deberían interesarse por un fenómeno adverso cuyos tentáculos de incidencia van a toda la población productiva del país. A parte del estrés que se produce por el embarazo en mención, la gente llega tarde al trabajo a disculparse con las jefaturas o a sujetarse a los descuentos salariales. Así estamos con este caos cada vez más insoportable con un aumento desmedido de vehículos que inundan las calles sin que se hable de posibilidades de resolver.

Julio Roberto Magaña
[email protected]


Más emprendedores y menos cárceles

Leyendo al escritor Manlio Argueta en su opinión “Los jóvenes tienen la palabra”, en donde se menciona la participación activa de jóvenes, veo que se deben hacer cosas con mentalidad acorde a los tiempos que vivimos. La creatividad, la información y el conocimiento son pilares fundamentales para el desarrollo de jóvenes que se destacan en el emprendimiento y se han fortalecido en liderazgo y socialización. Algunos jóvenes fracasan en su primer intento debido a la poca experiencia, y la sociedad exige personas con actitud emprendedora que de la mano actúen con iniciativa, creatividad y capacidad para trabajar en equipo. El desarrollo de estas habilidades es básico para conseguir la realización personal satisfactoria, ejercer una ciudadanía activa y disponer de buena empleabilidad. Por eso es muy importante la empleabilidad que debemos conocer en nuestro trabajo: despertar vocaciones emprendedoras, promover la creatividad y capacidad de iniciativa y, por último, conceder el crecimiento personal y laboral de acuerdo con el rubro. Todo joven debe tener bases de referencia y tener un mentor que lo dirija y que sea empático con lo que se propone. En nuestro país, las empresas transnacionales no ven con buenos ojos que existan emprendedores debido a que es un nicho que explota a los jóvenes, algunos profesionales, con bajos salarios y cargos dentro de la jerarquía laboral. Nuestro país está lleno de gente extranjera y el Gobierno debería crear un sistema que apoye en la creación de nuevos empleos. Tampoco hay que olvidar que la misma historia se repite en los niveles bajos. Es necesario dotar a los docentes de las herramientas necesarias (pedagógicas y didácticas) para fomentar el emprendimiento y también es de no olvidar a las personas desempleadas; hay que brindarles asesoría técnica y asistencia financiera. La historia nos lo dice, es mucho más rentable para nuestra sociedad invertir en la educación de jóvenes apoyándolos con iniciativas empresariales, que invertir en cárceles.

Rutilio López Cortez
[email protected]


La magia del cine

El domingo pasado, en 7S, la comunicadora Évelyn Galindo nos trajo ejemplos de humanismo, solidaridad, empatía con una serie de canciones que a lo mejor pasen desapercibidas en sus mensajes, si bien entendemos el nivel cultural de la población de nuestro país, dada a escuchar música sin mensaje y recibida ya enlatada de otros países. Nos dijo Évelyn: “Estas canciones son faros que nos guían, que nos consuelan y que nos transforman”. Quiero, en esta oportunidad, siguiendo el brillante mensaje de las canciones presentadas, hablar ahora del mensaje positivo de algunas películas, que durante la historia han estremecido nuestros sentidos y nuestra alma, y han logrado que cambiemos algunas actitudes. Cada vez que vemos una película de manera inconsciente hemos quedado marcados por escenas que nos han ayudado a cambiar nuestra perspectiva vital, o una parte que nos enseñó a comprender mejor la vida, o aquella comedia que nos alivió en una época de crisis. Les presento algunas de ellas. Iniciaré con “En busca de la felicidad”, de Will Smith, cuyo mensaje principal es que “nunca nos rindamos, que busquemos nuestra felicidad y bienestar sin importar los obstáculos que se nos atraviesen y que siempre debemos mantener nuestro espíritu en alto”. Luego, quien no habrá derramado lágrimas de pesar en “La vida es bella”, que después de verla reflexionamos con que “aunque nos suceda lo peor en la vida, nunca debemos perder el amor, el humor y las energías para triunfar”. Me impresionó el film “Hotel Ruanda”, sobre una absurda guerra entre hermanos. Una escena cruel se da cuando los europeos llegan a evacuar a sus familias, y dejan a los ruandeses a su suerte. Cuando compartí con los estudiantes, utilicé muchas veces el cine como recurso didáctico. Recuerdo que vimos “Invictus”, basada en hechos reales, que nos traslada al momento en que Nelson Mandela es puesto en libertad y logra la presidencia de Sudáfrica. Recordamos también “Criadas y señoras” (“The Help”), sobre mujeres negras que en EUA pasaron la mayor parte de su vida sirviendo a familias blancas, mientras sufrían maltratos y diferentes formas de discriminación racial. Al ver el tráiler de una película de Denzel Washington me pareció muy violenta, pero luego me enteré que las acciones obedecían a que el film “Día de entrenamiento” tiene como finalidad señalar la crueldad y relación con narcotraficantes de la Policía de Los Ángeles. Como profesor, disfruté mucho con la película educativa “La sociedad de los poetas muertos”, que se aleja de métodos ortodoxos en la enseñanza. Cuestiona las fórmulas tradicionales de enseñanza en las que se ensalza la figura del maestro, y aboga por acercarse a los estudiantes, enseñándoles a ejercitar el pensamiento crítico.

René Alberto Calles
[email protected]

Generic placeholder image
Séptimo Sentido

Séptimo Sentido les invita a que nos hagan llegar sus opiniones, críticas o sugerencias sobre cualquiera de los temas de la revista. Una selección de correos se publicará cada semana. Las cartas, en las que deberá constar quien es el autor, podrán ser editadas o abreviadas por razones de espacio o claridad.

ARTICULOS RELACIONADOS