Buzón

Los animales de los zoológicos precisan cuidados especiales y mantenimiento óptimo que les permitan una vida lo más saludable posible en cautiverio, para ese propósito deben haber normativas de protección para brindarles alimentación nutritiva, aseo de áreas, personal capacitado y toda clase de atenciones como si se tratara de humanos.

Valioso recurso didáctico

Los animales de los zoológicos precisan cuidados especiales y mantenimiento óptimo que les permitan una vida lo más saludable posible en cautiverio, para ese propósito deben haber normativas de protección para brindarles alimentación nutritiva, aseo de áreas, personal capacitado y toda clase de atenciones como si se tratara de humanos. Cuando escuchamos la palabra zoológico, creemos que nada más se trata de animales enjaulados, pero si nos hacemos la pregunta para qué sirve un zoológico, se puede intuir que estos se crean con el fin de que niños y jóvenes puedan conocer las diferentes especies de animales que existen en el mundo, evitando el imposible de ir hasta los lugares donde habitan, pero además de ser un componente recreativo, es un valioso recurso didáctico para los estudiosos de la fauna.

En nuestra cultura no somos conscientes de que los animales son seres vivos que sienten y a veces sus comportamientos son más nobles que en un racional. “La misión imposible del zoológico” de Fernando Castellanos recuenta las dimensiones de costos para mantener un parque zoológico, no como “arcas de Noé”, sino con sentido de pertenencia. En nuestro caso los protocolos, la atención, las instalaciones y el hábitat en que permanecen esos reclusos seres siempre han sido motivo de cuestionamientos.

La Ley de Protección y Promoción del Bienestar de los Animales, que busca evitarles el maltrato, la crueldad y el sufrimiento, por hoy solo es una ley más en el papel. En el jardín zoológico nuestro, el denominador común como causa de muerte de animales ha sido el descuido, olvidando que esos seres sumisos viven completamente a merced de los humanos, en este caso particular de los empleados y del exiguo presupuesto asignado. Uno de los preceptos básicos debe ser el de no considerar al zoo como organismo aislado, sino con una amplia visión de conservación del equilibrio en los ecosistemas con especies en riesgo de extinción.

La temática educativa debería enfocarse en divulgar el respeto a los animales de vida silvestre donde los valores biológicos, ecológicos y culturales confluyan y se dejen de vender armas de “cacería” en un país desolado por la despiadada deforestación. La función soberana de las instituciones a las que les compete cuidar la naturaleza de todos los salvadoreños debe enaltecer su labor en conjunto para proteger no solo la casa de fieras, sino también la vida humana en el macroecosistema nacional que nos arropa.

Julio Roberto Magaña
[email protected]


Zoológicos como hospitales

Bien dicen que las cárceles, los zoológicos y los hospitales son los lugares que más pueden decir del estado de la sociedad que los acoge. Los nuestros dan mucha pena. No es pena de vergüenza. Es pena de lástima. En estos tres lugares la coincidencia es que funcionan como albergues de seres vivos en estado de vulnerabilidad. Y ni ellos, que están en un mal momento de su vida, pueden obtener de este país un trato digno. Lo que queda para todos los demás es menos que nada. Es triste ver los ojos de estos animales como es triste visitar una sala de emergencias de un hospital en donde lo que uno encuentra no es una escena de auxilio oportuno, sino que más desgracia, porque son lugares en donde los seres vivos solo se reúnen para seguir sufriendo.

Aplaudo el esfuerzo de algunos de los que trabajan en el zoológico que lo que quieren es hacer bien su trabajo a pesar de que no tienen todo lo que necesitan para lograrlo. Esas personas, sin embargo, no son suficientes, porque se les sigue pidiendo milagros y santos tampoco son.

El zoológico es un paseo que siempre me gustó, pero que siempre me dejó una sensación de tristeza por el encierro. Últimamente no es solo el encierro, sino que también las condiciones de ese encierro. Creo que estos lugares son los ejemplos de que la mala administración puede cobrar vidas.

Cristian Salazar
[email protected]

Generic placeholder image
Séptimo Sentido

Séptimo Sentido les invita a que nos hagan llegar sus opiniones, críticas o sugerencias sobre cualquiera de los temas de la revista. Una selección de correos se publicará cada semana. Las cartas, en las que deberá constar quien es el autor, podrán ser editadas o abreviadas por razones de espacio o claridad.

ARTICULOS RELACIONADOS