La justicia que persigue a los pequeños
La persecución y el castigo de los delitos de corrupción de alto impacto han sido una deuda del Estado salvadoreño desde la década pasada. El examen a las sentencias relativas da como resultado una constante: los castigados son funcionarios de bajo rango, con pocas responsabilidades. Las excepciones se cuentan con los dedos de una mano.